Por Carlos Avendaño Paredes
La criminología es un ámbito del conocimiento, un campo de saber complejo y polivalente, cuyos bordes son porosos y flexibles [1], donde hacen vida diferentes perspectivas disciplinares provenientes de ciencias tradicionales como la sociología, psicología, antropología, ciencia política, estadística, entre otras. Interesadas en un conjunto de objetos vinculados al fenómeno delictivo en sus diversas manifestaciones, así como la respuesta de las instituciones de control social como el aparato penal desde la policía hasta la cárcel. Esta forma de comprender la criminología ha dado lugar a una expansión formativa en diferentes países con una formación multidisciplinar que le permite al profesional de la criminología desempeñarse en diferentes áreas a nivel investigativo, preventivo y reactivo [2].
En las sociedades actuales, las teorías tradicionales tienen problemas para dar cuenta de los fenómenos que se presentan de la mano con la incorporación de las tecnologías y los cambios vertiginosos en las dinámicas sociales. En el caso de la Criminología, durante varios años se ha mantenido que las teorías tradicionales tienen poco que decir sobre la cuestión criminal en contextos distintos a donde fueron formuladas. La mayoría son anglosajonas formuladas en el siglo pasado. Algunos teóricos como el Argentino Eugenio Zaffaroni, afirman que el compendio teórico y las corrientes desarrolla¬das en la Criminología de los países centrales, tienen muy poco que decir sobre nuestras realidades sociales latinoamericanas.
En un breve recorrido histórico podemos comenzar mencionado al movimiento de la antropología criminal italiana popularizado cuando se publica El hombre cri-minal en 1876, representa la primera corriente de pensamiento que llega a Latinoamérica, fundamentalmente en tres países: Argentina, Brasil y México [3].
Posteriormente se realiza una división de los saberes en dos grandes ámbitos: las ciencias natu¬rales y las ciencias culturales, de este modo la criminología es ubicada dentro de la ciencia natural y el derecho dentro de la ciencia cultural sin posibilidad de dialogar, así el derecho penal define lo que se entiende como delito y la criminología se encarga de estudiar las causas [4].
En ese período la sociología decae en Europa al final de la primera guerra mundial y renace en los Estados Unidos. Las investigaciones conducen a estudiar las causas sociales del delito, y al preguntarse por estas causas era ineludible incluir en el análisis al propio poder punitivo y los sistemas de justicia penal.
Por lo tanto, se produce una sociología del sistema penal que eclosiona por los años 60 del siglo pasado llamada la Criminología de la reacción social que tiene muchas vertientes: desde una interaccionista, fenomenológica hasta vertientes más radicales marxistas no institucionalizadas. La vertiente más radical se denomina Criminología radical desarrollada en las últimas décadas del siglo pasado y entra en crisis, ya que sus postulados no pueden ser operativizados a una política real.
En la década del 70 hubo intensas discusiones sobre estas posturas por parte de los criminólogos latinoamericanos en un intento por generar perspectivas teóricas propias. En un ensayo realizado por Gabaldón [5] comparando la producción académica de Latinoamérica y los Estados Unidos, concluye que: La criminología latinoamericana pareciera ser más holista en su abordaje del problema delictivo, más prescriptiva en su propósito y más orientada hacia la denuncia moral en su discurso, mientras la criminología norteamericana pareciera más segmentaria en los abordajes, multiplicando sub áreas especializadas, más descriptiva en los propósitos y mayormente analítica en el discurso. A pesar de estas diferencias, los conceptos, categorías y teorías provienen en ambos casos de una vertiente occidental común, ofreciendo, por consiguiente, amplias posibilidades para la investigación comparada.
Frente a los cambios sociales y los nuevos escenarios el debate tradicional entre realismo- abolicionismo- minimalismo de la criminología crítica resulta obsoleto. Ante las nuevas problemáticas de la sociedad actual los criminólogos (tanto críticos, como conservadores) han tenido que plantearse nuevas preguntas y proveer nuevas respuestas [6]. En Inglaterra a partir de los noventa, nace una novedosa rama de la criminología de matriz sociológica, la criminología cultural. Se ocupa de investigar y analizar el delito como resultado de un proceso sociocultural de interacción legal, político, mediático, económico, entro otros.
Inspirándose en las ideas de Becker, Matza, Cohen y Stuart Hall, la criminología cultural inglesa pretende contraponerse a la visión administrativista de la criminología contemporánea, analizar el fenómeno del delito en todas sus posibles facetas, con particular atención para su aspecto social y culturalmente construido. [7]
Los autores de esta corriente criminológica hacen hincapié en el delito como fenómeno complejo y multifacético, donde sus varias percepciones y representaciones colectivas juegan un rol fundamental en su análisis y control.
Las ideas de la criminología cultural inglesa se posicionan entre las más interesantes y prometedoras para desarrollar una criminología que responda a los contextos donde se desarrolla. La elección de investigar el fenómeno criminal como el resultado de procesos de significados y complejas interacciones sociales es adecuado para dar cuenta de la pluralidad del fenómeno del delito. La criminología cultural se contrapone a la desociologización de la criminología europea y hace hincapié en la necesidad de volver a utilizar la lente sociológica para estudiar el crimen en todas sus posibles facetas [8].
De aquí nace una nueva corriente criminológica denominada el Ultra-Realismo que se encuentra influenciado por la Victimología, el Feminismo y la Criminología Cultural. Tiene una perspectiva crítica de origen, ya que propone erradicar el inmovilismo del mainstream criminológico; tanto el situado en los movimientos liberales de izquierdas (progresismo) como de derechas (neoliberalismo). [9]
Esta corriente criminológica se propone dar una vuelta de tuerca a las criminologías tradicionales, especialmente a la criminología crítica para que se comprometa con un aterrizaje empírico de los fenómenos estudiados, lo que implica profundizar en la discusiones legales y la criminalización de determinados hechos sin estancarse en comparaciones socio estructurales fáciles o populistas sobre los nuevos delitos o los daños sociales emergentes [10].
Es una escuela que busca entender la subjetividad contemporánea y su relación con el contexto socioeconómico [11]. Es por ello por lo que apuesta por los métodos mixtos de investigación haciendo especial énfasis en los estudios etnográficos. Se busca entender la cuestión criminal desde una perspectiva fenomenológica basando las descripciones en las características socioculturales propias del contexto. La promoción de este tipo de investigaciones puede generar la creación de marcos teóricos nuevos que logren dar respuestas útiles para la concreción de una criminología más activa en las diferentes esferas de acción.
Es necesario una criminología que sea empírica, crítica y humanista. Una criminología que responda a las preguntas emanadas de la cuestión criminal y otros fenómenos vinculados a las interacciones sociales, dando cabida a lo aplicado en el diseño de políticas públicas para el control de la criminalidad, la implementación de tácticas y estrategias de prevención del delito que logren un impacto real, el estudio y comprensión de fenómenos que no están tipificados como delitos en los códigos penales, pero que generan un daño significativo en las sociedades donde se presenta, entre otros campos de innovación.
Mg. Carlos Avendaño Paredes
Criminólogo de la Universidad de los Andes (ULA) Venezuela. Magister en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) Argentina, Candidato a Doctor en Ciencias Sociales por la UNGS. Investigador del Centro de Altos Estudios en Ciencias Sociales (CAECIS) de la Universidad Abierta Interamericana (UAI). Argentina
Citas
[1] Sozzo, «Tradutore traditore. Traducción, importación cultural e historia del presente de la criminología en América Latina».
[2] Avendaño, «La Criminología como espacio formativo necesario en Argentina».
[3] Del Olmo, América Latina y su criminología.
[4] Avendaño, «La Criminología como espacio formativo necesario en Argentina».
[5] Gabaldón, «Criminologías Latinoamericana y Norteamericana: Una visión desde el Sur».
[6] Panarello, «Historia y concepto de la criminología crítica: genealogía de una teoría entre muertes, resurrecciones y transformaciones».
[7] Panarello.
[8] Panarello.
[9] Silva Esquinas, «Claves epistemológicas y metodológicas del ultra-realismo. Una mirada a los principios y propuestas de las diferentes escuelas ultra realistas».
[10] Hall y Winlow, «Ultra-Realism».
[11] Silva Esquinas, «Claves epistemológicas y metodológicas del ultra-realismo. Una mirada a los principios y propuestas de las diferentes escuelas ultra realistas».
Referencias bibliográficas.
- Avendaño, Carlos. «La Criminología como espacio formativo necesario en Argentina». Debate Universitario 8, n.o 15 (noviembre de 2019): 43-58.
- Del Olmo, Rosa. América Latina y su criminología. México: Siglo XXI, 1981.
- Gabaldón, Luis Gerardo. «Criminologías Latinoamericana y Norteamericana: Una visión desde el Sur». Revista de Derecho Penal y Criminología 3, n.o 4 (2010): 219-48.
- Hall, Steve, y Simon Winlow. «Ultra-Realism». En Routledge Handbook of Critical Criminology, editado por Walter S. Dekeseredy y Molly Dragiewicz, 2.a ed., 43-56. Routledge, 2018. https://doi.org/10.4324/9781315622040-5.
- Panarello, Giulia. «Historia y concepto de la criminología crítica: genealogía de una teoría entre muertes, resurrecciones y transformaciones». Universidad Carlos III de Madrid, 2015.
- Silva Esquinas, Antonio. «Claves epistemológicas y metodológicas del ultra-realismo. Una mirada a los principios y propuestas de las diferentes escuelas ultra realistas». Vox Juris 40, n.o 1 (1 de junio de 2021): 142-54. https://doi.org/10.24265/voxjuris.2022.v40n1.12.
- Sozzo, Máximo. «Tradutore traditore. Traducción, importación cultural e historia del presente de la criminología en América Latina». En Reconstruyendo las criminologías críticas, 353-431. Buenos Aires, Argentina: Ad-Hoc, 2006.