Introducción
La inteligencia artificial (IA) ha transformado múltiples campos, incluido el derecho. La idea de jueces robots plantea oportunidades y desafíos significativos, especialmente considerando la labor tradicional de los jueces, su rol en la sociedad y la rica historia jurisprudencial. Este ensayo explorará el origen y evolución del rol del juez, destacará el caso Marbury vs Madison y el debate teórico entre Dworkin y Hart, y evaluará el impacto potencial de la IA en la judicatura, especialmente en casos difíciles y pruebas de proporcionalidad, integrando reflexiones culturales como las presentadas en la película “2001: Odisea del Espacio” de Stanley Kubrick.
Origen de la labor del juez y su rol en la sociedad
El rol del juez ha sido fundamental en la construcción del estado de derecho. Desde la antigua Roma hasta el Common Law inglés, los jueces han sido intérpretes y aplicadores de la ley, asegurando la justicia y el orden. En la modernidad, su función se amplía a la protección de derechos fundamentales y el equilibrio de poderes, como lo subraya Alexander Hamilton en “El Federalista” No. 78, donde describe al poder judicial como “el menos peligroso” pero esencial para la revisión de los actos legislativos.
Marbury vs Madison y el control judicial[1]
El caso Marbury vs Madison (1803) marcó un hito al establecer el principio de la revisión judicial, permitiendo a la Corte Suprema de los Estados Unidos declarar inconstitucionales las leyes contrarias a la Constitución. Este poder refuerza la independencia judicial y la capacidad del juez para actuar como guardián de la legalidad y los derechos ciudadanos.
Debate Dworkin vs Hart[2]
El debate entre Ronald Dworkin y H.L.A. Hart sobre la naturaleza del derecho es crucial para entender los desafíos que la IA enfrenta en el ámbito judicial. Hart, un positivista, sostiene que el derecho se basa en reglas sociales reconocidas. Dworkin, por otro lado, argumenta que el derecho incluye principios morales y que los jueces deben interpretar la ley de manera que refleje los valores fundamentales de la sociedad. Este debate es esencial para considerar cómo una IA podría interpretar la ley y los principios en situaciones complejas.
En forma brillante Alexander Hamilton plasmo en el federalista, que la forma de garantizar la construcción de una Nación fuerte debería basarse en el respeto a los jueces, a sus decisiones, al proceso, al debido proceso y a las instancias. Así ha sido y así es, una de las razones por las cuales hoy Estados Unidos de Norteamérica es la gran potencia del mundo es por el respeto a sus jueces y sus decisiones, tal como lo describió en El Federalista.[3]
Jueces y la IA en casos difíciles y pruebas de proporcionalidad
En los llamados “casos difíciles”, donde la ley no proporciona una solución clara, los jueces deben ejercer juicio y discreción, sopesando principios y valores. La prueba de proporcionalidad es un ejemplo donde se evalúan derechos y limitaciones, requiriendo un análisis profundo y matizado. Una IA, programada con algoritmos y datos, podría enfrentar dificultades en estos contextos debido a la falta de empatía, contexto cultural y capacidad de interpretación moral.
Reflexiones culturales: “2001: Odisea del Espacio”
En “2001: Odisea del Espacio”, Stanley Kubrick presenta a HAL 9000, una IA avanzada que, a pesar de su sofisticación, comete errores fatales debido a conflictos entre su programación y decisiones autónomas. Esta narrativa subraya los riesgos de confiar ciegamente en sistemas autónomos sin considerar las complejidades humanas y éticas que los jueces humanos enfrentan diariamente.
Oportunidades y dificultades de los jueces robots[4]
Oportunidades:
- Eficiencia y rapidez: Los jueces robots pueden procesar vastas cantidades de datos y emitir decisiones rápidamente, reduciendo la carga judicial y agilizando los procesos.
- Consistencia: La IA puede asegurar consistencia en la aplicación de la ley, minimizando sesgos humanos y arbitrariedades.
- Acceso a la justicia: La tecnología puede hacer que los servicios legales sean más accesibles y asequibles para la población general.
Dificultades:
- Falta de empatía y contexto: Los jueces robots carecen de la capacidad de empatía y comprensión cultural, cruciales en la toma de decisiones justas y humanas.
- Interpretación moral y ética: La capacidad de balancear principios morales y éticos, como en los casos difíciles, es limitada para una IA.
- Errores y responsabilidades: Los errores de la IA pueden tener consecuencias graves y plantean preguntas sobre la responsabilidad y la corrección de decisiones automatizadas.
- Una de las facultades que mas marcan la diferencia entre los seres humanos y los animales no humanos y la verdadera diferencia abismal con la inteligencia artifical es la capacidad de comunicar lo que piensan, ser capaces de comprender, y crear a partir del conocimiento, esto es imposible de hacer por cualquier fenómeno de IA, es así, como la interpretación de la norma a partir del entorno y la podenración de derechos es la piedra angular sobre la cual de basa la diferencia entre el juez humano y el juez IA. No podría un juez robot elaborar un test de ponderación entre derechos de igual peso enfrentados ¿cómo podria despachar un juez IA test diferenciales tales como, el test de acción de inconstitucionalidad, test de sustitución de contro de enmiendas o reformas constitucionales, test sobre reforma estatutaria, test sobre omisiones legislativas, test de modulación de sentencias de constitucionalidad, test sobre procedibilidad de acción de tutela, entre otros. [5]
¿Qué es la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial es un campo de la informática que busca replicar o simular aspectos de la inteligencia humana mediante sistemas computacionales. No se limita a la simple ejecución de tareas predefinidas, sino que implica la capacidad de aprendizaje, adaptación y toma de decisiones basadas en datos y algoritmos complejos. Sin embargo, aunque la IA puede procesar grandes volúmenes de información y ejecutar análisis a una velocidad y precisión que superan a los humanos, sigue siendo una construcción basada en códigos y patrones predeterminados. La IA carece de conciencia, intuición y la profunda comprensión del contexto social y cultural que influye en las decisiones humanas. Esto plantea preguntas fundamentales sobre los límites de su aplicación, especialmente en ámbitos como la judicatura, donde la interpretación de la ley y la justicia no pueden reducirse simplemente a cálculos algorítmicos. La inteligencia artificial, por tanto, es una herramienta poderosa pero limitada, cuyo uso debe ser guiado y complementado por la reflexión humana para garantizar decisiones justas y equitativas.
Conclusión
La integración de la inteligencia artificial en el sistema judicial ofrece oportunidades significativas, pero también enfrenta desafíos críticos. La tecnología puede mejorar la eficiencia y la consistencia, pero carece de la capacidad humana para interpretar la ley con empatía y juicio moral. Para abordar estos problemas, es esencial un enfoque híbrido que combine las fortalezas de la IA con la sabiduría y discreción de los jueces humanos, asegurando un sistema judicial justo y equitativo.
Referencias:
[1] Para profundizar sobre este emblemático caso, que da origen al control judicial de constitucionalidad además de toda la información que esta a disposición en buscadores, el fallo original que puede consultarse, recomiendo el libro de Jorge Alejandro Amaya, “Marbury v. Madison” ediciones Nueva Jurídica, Bogotá, 2015
[2] Vale la pena leer el libro “la decisión judicial-el debate Hart-Dworkin” con estudio preliminar de César Rodríguez, Siglo del hombre editores-Universidad de Los Andes- Bogotá, 1999
[3] Wallbank, “history and life”, Chicago, Scott Foresman, 1977
[4] Recomiendo la lectura del libro de Presno Linera Miguel Ángel, “Derechos fundamentales e inteligencia artificial” Marcial Pons, Madrid, 2022
[5] La magnífica obra del Maestro profesor Manuel Quinche debe ser leída toda en su esplendor, “Derecho Constitucional Colombiano”, “los test constitucionales”, “derecho procesal constitucional” entre otros, son piedra angular del conocimiento para comprender el derecho constitucional.