Quizá nunca sepamos si la causa de la reciente muerte del joven Leandro de Niro, nieto del afamado actor Robert de Niro, tuvo algo que ver o no con la droga conocida como fentanilo, pero lo que sí sabemos, es que en Estados Unidos hubo alrededor de 70.000 muertes relacionadas con el consumo de esta droga en 2021, según indica la Oficina de las Naciones Unidas sobre Droga y Crimen (UNODC, por sus siglas en inglés) en su último informe. Esto supone que 150 personas murieron al día en 2021 por consumo de esta droga.
Pero, ¿qué es el fentanilo? ¿Para qué se creó en su origen? ¿Cuáles son sus efectos sobre el organismo?
El fentanilo es un opioide sintético, es decir, creado en un laboratorio, obteniéndose de un derivado de la amapola. En un principio, hace ya más de sesenta años, fue creado con fines farmacéuticos para uso analgésico en pacientes que referían altos niveles de dolor. De hecho, tanta es su potencia, que también tiene un uso en el reino animal como anestésico para elefantes.
La fórmula química del fentanilo es C22H28N2O, y su nombre químico sería citrato de N-(1-fentanilo-4-piperidil) propionanilida (1:1). Pero, según la periodista Pilar Espinoza (TV Azteca, 2023) “este opioide sintético también es conocido entre los narcotraficantes como: Apache, Dance Fever, Friend, Goodfellas, Jackpot, Murderer o Tango & Cash”.
Por otro lado, encontramos el fentanilo que se genera, también en laboratorio, pero en esta ocasión de forma ilícita, para usos lúdicos y que, generalmente, está mezclado con otras drogas, también ilegales. Esta mezcla puede ser letal en mayor medida que otras formas de consumo, ya que no siempre el consumidor sabrá que la droga que ha decidido ingerir, cocaína o heroína, por ejemplo, está mezclada con fentanilo. Este habría sido el caso, según ha asegurado en distintos medios de comunicación su madre, del fallecimiento de Leandro de Niro.
Sus efectos, mucho más potentes que los de otras sustancias tales como la morfina o la heroína, son potencialmente letales. El fentanilo es, según los estudios, cincuenta veces más potente que la morfina y hasta 100.000 veces más potente que la heroína.
Es una droga que afecta, fundamentalmente, al cerebro, ya que actúa uniéndose a los receptores opioides, a células nerviosas (neuronas). Estos neurotransmisores, que podemos encontrar en el sistema nervioso de los grandes mamíferos, se expresan en la médula espinal y en diversas partes del cerebro, y sus funciones -a grandes rasgos- son los de bloquear el dolor y los de generar emociones de felicidad y tranquilidad en la persona que las consume. Estas sensaciones son la base de la alta adicción a su consumo que provoca en el ser humano, así como los resultados de los estudios que revelan que el cerebro se adapta al consumo del estupefaciente dificultando la obtención de placer por parte de la persona adicta de parte de cualquier otra experiencia.
El formato de consumo del fentanilo legal, al ser una sustancia sintética, es muy variado. Puede ser consumido inyectado (fentanilo líquido), de forma tópica (a través de la piel con parches que se adhieren al cuerpo) o en formato oral (con pastillas hechas de polvo comprimido). En cuanto a su consumo ilegal, el formato puede variar del anteriormente descrito y consumirse, también, en polvo, en gotas aplicadas en papel, o en sprais intranasales (que aceleran sus efectos por su rápido acceso al cerebro).
El formato de consumo es de suma importancia en el caso del fentanilo, ya que la diferencia entre una dosis letal y una que no lo es, es muy pequeña. La muerte por sobredosis ocurre cerca de la cifra de 2 miligramos, por lo que la diferencia de sustancia que puede provocar la sobredosis y la que no, puede tener el tamaño de la cantidad de polvo que cabe en la punta de un lápiz, según afirma en El País, Alejandro I. López. Siendo así, diferenciar las dosis letales de las que no lo son en el consumo ilegal es muy difícil.
El efecto del fentanilo que buscan las personas que lo consumen ilegalmente es el de euforia y bienestar. Sin embargo, un consumo frecuente puede traer también aparejados, según el doctor mexicano Carlos Alejandro Galicia, los siguientes efectos: aumento de la temperatura corporal, falta de oxigenación cerebral, depresión, ideas suicidas, aletargamiento, agresividad, náuseas, estreñimiento severo, contracciones musculares y problemas respiratorios. De hecho, estos últimos, los problemas respiratorios, son los que causan la muerte por sobredosis en el caso del fentanilo. Al tener efectos sobre el sistema respiratorio, en una sobredosis, la persona irá respirando de forma más lenta y menos profunda. La caja torácica se endurece y no permite la respiración mínima para la subsistencia. El paciente, además, puede perder la consciencia o quedarse dormido mientras sufre el proceso de ahogamiento.
Las sobredosis pueden verse revertidas mediante el suministro de la sustancia denominada como Naloxona y que, dada la alarma sanitaria declarada en Estados Unidos y sus bajos o nulos efectos secundarios, se vende de forma libre en las farmacias del citado país con el objetivo de reducir las muertes por sobredosis de fentanilo.
Esta situación de alarma sanitaria en Estados Unidos está ocasionando problemas con los gobiernos de otros países, como los de México y China, por motivos de tráfico de drogas. En México se sabe que el tráfico de fentanilo está desplazando el comercio de otro tipo de sustancias ilegales como lo son la marihuana o la heroína. Es el fentanilo el que se está convirtiendo en la principal fuente de financiación de algunos cárteles y/u organizaciones criminales. El papel de China, en este caso, sería el de haber entrado en connivencia con los delincuentes mexicanos para la elaboración de esta sustancia y su posterior entrada ilícita en Estados Unidos ya que, con anterioridad, no existía la mediación de la delincuencia mexicana, y la droga entraba a Estados Unidos directamente desde China.
Siendo así, encontramos que carteles como el de Sinaloa han empezado a importar sustancias químicas que intervienen en la fabricación de esta droga para producir desde sus propios laboratorios.
Según el medio de comunicación BBC, de Reino Unido, el tráfico seguiría la siguiente ruta: la droga, alternativas a esta o sus precursores, tendría su origen en los laboratorios ilegales sitos en China, se envían a través de transporte aéreo o marítimo (negociado en la Deep Web) y llegan a Puertos mexicanos en el Pacífico, como lo son Manzanillo, Colima y Lázaro Cárdenas o Michoacán. Ya en territorio mexicano, se incorporan al fentanilo otras drogas (cocaína o heroína, entre otras) y proceden a comercializarlo en Estados Unidos.
Victoria Pascual Cortés.
Socióloga y Criminóloga especializada en intervención con víctimas mujeres y víctimas menores.
Escritora del libro “Asesinas, ¿por qué matan las mujeres?”, profesora universitaria, divulgadora científica y miembro de la Junta de Gobierno, como Vocal de Formación, del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid, España.
Twitter: @apuntecriminal
Fuentes consultadas:
Najar, A., 2020. Fentanilo: cómo operan los carteles de México y China para vender esta potente droga en Estados Unidos.
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), 2019. Mind Matters: La respuesta del cuerpo a los opioides.
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), 2021. ¿Qué es el fentanilo?
Milenio Digital, 2023. El consumo de fentanilo enciende las alertas en EEUU y México.