“Que todo el que se queje con justicia, tenga un tribunal que lo escuche, y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario.”
José María Morelos y Pavón, el Siervo de la Nación.
Estamos a pocos días de quedar totalmente vacías, en el olvido y tan solo en una añoranza, las significativas palabras que el Siervo de la Nación José María Morelos y Pavón redactó en el artículo 5º de los “Sentimientos de la Nación”, el cual constituye el primer antecedente de la división de poderes en México: “La soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que solo quiere depositarla en sus representantes dividiendo los poderes de ella en Legislativo, Ejecutivo, y Judiciario…”
Posteriormente el 07 de marzo de 1815 en Ario de Rosales, Michoacán, es estableció el primer “Supremo Tribunal de Justicia de la América Mexicana” donde quedó grabada la célebre frase que también se atribuye al Siervo de la Nación: “Que todo el que se queje con justicia, tenga un tribunal que lo escuche, y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario.”
Toda esa lucha y sangre derramada, está a pocos días de ser tan solo simple historia vacía.
Resulta pertinente recordar, cómo fue el largo proceso de lucha contra la concentración del poder en una sola persona, donde la gente o el Pueblo NO contaba con una instancia objetiva e imparcial a quien acudir para clamar por justicia, y tan solo debía conformarse con los deseos del Rey o del Monarca, incluso someterse a las decisiones de los señores Feudales o Cardenales de la Santa Inquisición, sin poder cuestionarlas, al grado de privarlos de toda su dignidad, del alimento, del agua e incluso de la vida, sin que alguien los defendiera.
Y fue derivado de múltiples luchas y miles de muertes e injusticias, que se logró fragmentar y dividir el Poder, para así aligerar o disminuir los excesos o arbitrariedades de los Gobernantes; surgiendo con ello la división de poderes y el sistema de pesos y contrapesos, que son los mecanismos que nuestras leyes han regulado para controlar y revisar las acciones de los Gobernantes, para poder vigilarlas y corregir las acciones ilegales, pero sobre todo, para que se sujeten al respeto de los derechos humanos de todas las personas, sin distinciones ni discriminaciones.
En el México actual, hemos visto como ha venido evolucionando esto durante muchos años, paulatinamente se ha mejorado y sin duda falta mucho por hacer; pero los grandes avances que se han logrado en el Poder Judicial de la Federación están a punto de quedar en la nada, y volveremos a las épocas oscuras e inciertas, en que la Población NO contaba con una parte del poder que lo proteja, que lo represente, que suspenda las arbitrariedades e ilegalidades; y es que tristemente, la mayoría del pueblo no sabe lo que tiene, hasta que sea muy tarde.
El oscuro y perverso discurso del Ejecutivo Federal y de la mayoría de los legisladores federales, pretende eliminar el único contrapeso con que contamos los gobernados: el Poder Judicial de la Federación.
Y es que el Poder Judicial de la Federación es el encargado, entre muchas otras cosas, de recibir y tramitar las demandas de amparo, y llegado el caso, conceder los conocidos amparos y suspensiones en favor de los Gobernados.
El Juicio de Amparo, NO es para las autoridades, es decir no es para proteger a las autoridades, NO es para el Ejecutivo Federal, NO es para los Congresos, NO es para el Ministerio Público, NO es para las policías ni militares.
El Juicio de Amparo es únicamente para los Gobernados, SÍ es para todas las personas físicas o morales no gubernamentales, sean nacionales o extranjeros, migrantes, niñas, niños o adolescentes, adultos de la tercera edad; es decir, el juicio de amparo es para los ciudadanos, para los habitantes, para las minorías como la comunicad LGBTIQ+, y es el único instrumento con que contamos para que se respeten nuestros derechos humanos y poner un freno al poder del Estado.
Y, el juicio de amparo se tramita y otorga por medio de los Jueces y Magistrados Federales, a todos los que la pretendida reforma al poder judicial quiere eliminar del camino, para que ya no existan jueces ni magistrados expertos, objetivos e imparciales que protejan a la Población; sino que en su lugar, dicha reforma quiere imponer Juzgadores con bajas calificaciones, sin especialización, sin experiencia, votados por los acarreados del partido oficial, y que obviamente deberán su puesto al propio Gobierno, es decir al Ejecutivo, al Presidente.
Por eso la insistencia del Presidente y Legisladores Federales para eliminar a los jueces especializados que tuvieron que pasar antes de ser nombrados jueces o magistrados federales, por estrictos exámenes de conocimientos jurídicos, cumplir con las más altas calificaciones, con cientos de horas de capacitaciones, con múltiples especializaciones, que llegaron a ocupar sus puestos por méritos propios, por su tenacidad en el estudio y dedicación en el trabajo, que no se deben a un político ni a recomendaciones de vecinos, sino que su puesto lo lograron estrictamente al aprobar los exámenes, y es por ello que NO tienen compromisos con el Presidente ni con los Legisladores, y están únicamente para proteger a los habitantes.
Quien tenga la duda de que el Poder Judicial de la Federación está para proteger a los habitantes frente a las autoridades, simplemente ha olvidado o no conoce los cientos de miles de amparos que se han tramitado en el País y que se han otorgado a muchas mexicanas, mexicanos y extranjeros:
- Cuando el Gobierno les ha negado el acceso a servicios de salud o medicinas, ha sido un Juez Federal o un Magistrado Federal mediante un amparo que ha obligado a las autoridades a suministrar la atención médica y los medicamentos.
- Cuando el Gobierno les ha negado el acceso a la educación, o que les ha negado el acceso al agua potable, o a un medio ambiente sano, ha sido un Juez Federal o un Magistrado Federal mediante un amparo que ha obligado a las autoridades a darles acceso a una escuela o universidad, a que se respete el medio ambiente sano, a que se les dote de agua potable salubre.
- Cuando el Gobierno les ha negado el matrimonio a personas del mismo sexo, o que les ha negado el acceso gratuito el registro de nacimientos o actas del estado civil, ha sido un Juez Federal o un Magistrado Federal mediante un amparo que ha obligado a las autoridades a que permitan lo anterior y respeten la libre determinación de las personas como mejor les plazca.
- Cuando el Gobierno ha criminalizado a la mujer por abortar o decidir sobre su cuerpo, ha sido un Juez Federal o un Magistrado Federal mediante un amparo que ha obligado a las autoridades a que respeten la decisión de la mujer.
- Cuando el Gobierno ha torturado a las personas o les ha sembrado drogas o armas, ha sido un Juez Federal o un Magistrado Federal mediante un amparo que ha obligado a las autoridades a que cese la tortura, que se investigue y se sancione a los responsables, y que se anulen esas pruebas ilícitas.
- Cuando el Gobierno no reconoce el carácter de víctimas en las investigaciones, o les oculta información de sus familiares, o que no se respeta la perspectiva de género, los derechos de las mujeres y de la infancia, ha sido un Juez Federal o un Magistrado Federal mediante un amparo que ha obligado a las autoridades a que se respeten todos esos derechos humanos de las personas.
Pero ahora, de aprobarse la reforma al Poder Judicial de la Federación tal como está siendo empujada por el Presidente y la mayoría del Congreso de la Nación; NO habrá jueces ni magistrados federales que resuelvan los anterior en favor de los habitantes; porque todo eso le cuesta al Gobierno, porque el juicio de amparo tiene el poder de evitar que sucedan esos atropellos en perjuicio de la Población.
Sin duda es necesario mejorar, pero el Poder Judicial de la Federación es lo mejor que tenemos en el sistema jurídico mexicano y por supuesto que se puede mejorar; pero NO es ahí donde están las fallas más graves del sistema jurídico; SE DEBE COMENZAR POR LAS POLICÍAS, FISCALÍAS Y MINISTERIOS PÚBLICOS, que es ahí donde inicia la procuración de justicia, y es donde residen las mayores y más graves arbitrariedades del Poder Ejecutivo, ya que esas dependencias gubernamentales dependen al 100% del Presidente del País y de los Gobernadores de los Estados, y es ahí donde ellos ejercen todo su poder, pero lastimosamente NO se tiene la intención de reformarlas y mejorarlas porque se quedarían sin su poder.
El Poder Judicial de la Federación NO depende del Presidente ni lo controla, NO depende del Congreso de la Nación; pero estos dos quieren someterlo para concentrar todo el poder y que los habitantes no cuenten con alguien que los proteja de sus arbitrariedades.
Por último, hago un atento y respetuoso llamado a todos los juristas del País, a todas las asociaciones y barras de abogados, muchos NO se han pronunciado aún, pero resulta de vital importancia hacerlo ya, salir en defensa del Poder Judicial de la Federación, porque es ahora o nunca!
México merece jueces y magistrados especializados, merece a los mejores, a los más capacitados, a los más estudiosos, a los más honestos, a los más rectos e inquebrantables. México NO merece jueces ni magistrados populares, NI recomendados por sus vecinos, NI con promedios de 8-9 sin especializaciones. ¡México necesita y merece solo a los mejores y más valientes Juzgadores!
“…El juez es el centinela de nuestra libertad. Cuando todo se ha perdido, cuando todos los derechos han sido conculcados, siempre queda la libertad mantenida por el Juez. Pero el día que el Juez tenga miedo, sea pusilánime, dependa de los gobiernos, de las influencias o de sus pasiones, ningún ciudadano podrá dormir tranquilo”.
Leonardo de la Garza García. Maestro en Derecho en Sistema de Justicia Penal Acusatorio.
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