*Los casos sin resolver crecen y hay más de 330 mil órdenes de aprehensión sin ejecutar. En contraste el personal en fiscalías se ha reducido.
Por: Arturo Ángel
La reducción de delitos denunciados en la primera parte del actual sexenio resultó ser un efecto de la pandemia. Los datos oficiales lo confirman. En 2022 las fiscalías de los estados reportaron más de dos millones de indagatorias abiertas a partir de las denuncias recibidas, una cifra récord.
Al mismo tiempo las fiscalías no se dan abasto. Ni la desaceleración de denuncias momentáneas que hubo por la contingencia sanitaria revirtió la tendencia al alza del cúmulo de carpetas de investigación que no están resueltas. Al cierre del año pasado, había casi tres millones de caso sin resolver y más de 330 mil órdenes de aprehensión que las fiscalías no habían cumplimentado.
Los datos oficiales revelados ayer por el INEGI en su Censo Nacional de Procuración de Justicia Federal y Estatal 2023 confirman el repunte en los niveles de incidencia delictiva frente a una capacidad institucional para atenderlos que se encuentra rebasada.
De acuerdo con los datos, en todo el 2022 las fiscalías estatales iniciaron, en números exactos, un total de 2 millones 88 mil 82 carpetas de investigación por delitos denunciados o conocidos por las agencias del Ministerio Público. Es una cantidad de indagatorias abiertas en un año no vista desde que hay mediciones oficiales.
La cifra más alta previo a la de 2022 había sido la de 2019 cuando se reportaron 2 millones 76 mil 660 carpetas de investigación. Luego, en 2020, hubo un descenso importante de más de 200 mil indagatorias abiertas. Aunque algunos gobiernos lo vendieron como supuestos éxitos de sus acciones, el hecho en realidad coincidió con la irrupción de la epidemia del COVID-19, y la desmovilización que ello trajo.
Para 2021, con las actividades comenzando a reactivarse, el total de delitos denunciados creció por encima de 1 millón 900 mil, y en 2022 volvió a quebrar la barrera de dos millones de delitos. Si a ello se le suman las carpetas de investigación iniciadas en la Fiscalía General de la República, que fueron 77 mil 693, el total de indagatorias iniciadas por delitos denunciados crece a 2 millones 165 mil 775.
Para ponerlo en proporción, durante el año pasado se iniciaron en promedio, cada hora, 247 carpetas de investigación por nuevos delitos o, lo que es lo mismo, cuatro nuevos delitos denunciados por minuto.
Del total de indagatorias iniciadas en 2022 las cifras más altas se ubican justo en las entidades más densamente pobladas: el estado de México con 365 mil 713 carpetas iniciadas; Ciudad de México con 232 mil 648; Guanajuato y Jalisco con 137 mil en ambos casos; y completa el top 5 Baja California con 103 mil 875 carpetas abiertas.
Los delitos más denunciados
Los robos de todo tipo son los que encabezan en cuanto a las denuncias que se presentan. Los datos de INEGI señalan que en 2022 se iniciaron 612 mil 71 indagatorias por robos en sus distintas modalidades y fiscalías. La cifra es ligeramente menor a la de 2021, sin embargo, hubo otros ilícitos que crecieron.
Por ejemplo, las indagatorias por violencia familiar, que son el segundo delito más común, ascendieron significativamente al pasar de 254 mil 30 en 2021 a 270 mil 502 en 2022. Lo mismo ocurrió con las indagatorias por lesiones que pasaron de 202 mil 746 a 220 mil 626 en el mismo periodo.
Otros delitos con un repunte significativo fueron los casos por narcomenudeo que pasaron de 104 mil en 2021 a 108 mil 305 en 2022; así como las carpetas iniciadas por abuso sexual que avanzaron de 29 mil 294 a 34 mil 915.
Fiscalías rebasadas
La estadística de INEGI muestra que la cifra de indagatorias sin resolver con las que las fiscalías cierran cada año va en aumento. Al cierre de 2022 el dato fue de 2 millones 915 mil 899 carpetas de investigación abiertas no esclarecidas en las fiscalías estatales y la FGR.
En comparación con 2016 cuando el total era de 1 millón 37 mil 128 delitos pendientes de resolver, se trata de un crecimiento de más del 181 por ciento en un periodo de seis años.
A las carpetas no determinadas se suman las órdenes de aprehensión giradas sin ejecutar. De acuerdo con los datos de INEGI hay un total de 333 mil 972 órdenes ya autorizadas por los jueces a petición de los fiscales, pero que no se han logrado cumplimentar.
Aunque los presupuestos destinados a las fiscalías han tenido ligeros aumentos año con año, que se reducen si se toman en cuenta aspectos como la inflación, en realidad el personal que trabaja en ellas ha venido a la baja particularmente en el actual sexenio. Y es que mientras en 2018 había 119 mil 672 servidores públicos de todos los niveles laborando en estas instituciones, para 2022 esa cifra se redujo ya a 111 mil 247.
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