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Los ejes de la Estrategia Nacional de Seguridad del Gobierno Federal

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Introducción.

Se puede considerar que uno de los males que más ha ido erosionando lo más íntimo de cualquier ser humano en su integridad física y patrimonial, es precisamente la inseguridad que padece actualmente nuestro país, ya que  se debe recordar que la escalada delictiva parecería no tener freno alguno y por el contrario, (como se ha visto en muchas ocasiones), está muy disminuida la respuesta institucional respecto al reto que tiene que enfrentar.

Por lo que, debemos entender que la paz social, no sólo representa la ausencia de conflictos, sino que consiste básicamente en permitir el poder convivir socialmente en paz, aceptando recíprocamente las posibles diferencias que existan entre las personas de una comunidad y además, de tener como seres humanos la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y apreciar a los demás, así como vivir de forma pacífica y unida, lo que se puede lograr paulatinamente, gracias al apoyo que brinde la denominada policía de proximidad social, que está contemplada en la Estrategia Nacional de Seguridad del Gobierno Federal.

Por lo tanto, a pesar de los grandes esfuerzos jurídicos, al presentar diversas reformas a nivel Constitucional, así como en los Códigos Penales Sustantivos y Adjetivos del país, con la única tendencia  de lograr una disminución significativa en los actuales índices delictivos.[1]

Precisamente por esto, es bueno puntualizar que la seguridad pública o social, constituye una función que está a cargo tanto de la Federación, como de las entidades federativas, así como de los municipios, que tienen la finalidad de poder salvaguardar la integridad y los derechos de las personas, así como también el preservar las libertades, el orden y la paz públicos, que comprende también la prevención especial y general de los delitos, finalmente, trata de prevenir las conductas contraías a Derecho y al contrato social.

En este orden de ideas, la sociedad en general, ha criticado el trabajo severamente el trabajo realizado por la policía mexicana, en cuanto al uso excesivo de la fuerza, lo que ha llevado saber de numerosos casos de abusos, torturas y muertes injustificadas. Según informes de diversas organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, la policía en nuestro país ha utilizado tácticas agresivas y violentas para controlar las manifestaciones y detener a los que considera como sospechosos.

Según un informe emitido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México, entre 2010 y 2019, se registraron más de 10.000 quejas por abusos policiales, incluyendo torturas, detenciones arbitrarias y muertes injustificadas.

Por todo esto, resulta fundamental implementar reformas profundas en la policía mexicana para garantizar así, que los derechos humanos sean respetados y protegidos.

Con este motivo, es que precisamente, el día 10 de diciembre del año próximo pasado, fue celebrada la 50ª. Sesión Ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, en el Municipio de Acapulco, en el estado de Guerrero, donde contando con la presencia de todos los gobernadores, así como de la presidente de país, se refirió como el tema primordial, la debida implementación de la:

Estrategia de Seguridad Nacional del Gobierno de México.

La que fue delineada por diversas decisiones basadas en las necesidades imperantes de seguridad, conforme a una adecuada implementación que permitirá desarrollar metas de seguridad prácticas y realistas de manera firme, empleando los recursos disponibles que hay en la policía y en la Guardia Nacional, de manera efectiva, ya que dicha Estrategia Nacional, plantea brindar la certeza y pacificación social, a través de la realización de diversos esfuerzos compartidos y del trabajo coordinado, entre dependencias e instancias de seguridad pública de los tres niveles de gobierno.

Por lo que, hasta la fecha, el Consejo de Seguridad Nacional, ha sido el órgano responsable de la elaboración de la Estrategia de Seguridad Nacional, en cuyo proceso han participado los departamentos ministeriales y el Centro Nacional de Inteligencia. Uniéndose para este fin de manera coordinada, a diversas instituciones gubernamentales, siendo estas, las siguientes:

  1. Fiscalía General de la República;
  2. Guardia Nacional;
  3. Secretaría de Gobernación;
  4. Secretaría de la Defensa Nacional;
  5. Secretaría de la Marina; y
  6. Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana.

La denominada Estrategia Nacional de Seguridad Pública del Gobierno de México, plantea para su funcional implementación y desarrollo adecuado la existencia y vinculación de cuatro ejes torales, para tratar de lograr su paulatina utilización, así como su desarrollo, siendo estos, los siguientes:

Primer eje. Atención a las causas más apremiantes.

La situación de vulnerabilidad en la que está sumergida gran parte de la población de nuestro país, ha sido consecuencia y ha sucedido en gran parte, a la desatención a las necesidades más apremiantes que existen en diversas zonas del país, pero preocupantemente, en aquellas que se identifican como las más pobres de nuestra sociedad, por lo que, en este punto, este eje, se identifica con la idea de que se debe priorizar la atención a las familias más vulnerables de las diversas entidades, buscando en todo momento y de manera definitiva, poder incidir de una forma drástica en poner diversas estrategias, para lograr bajar el índice de la pobreza social existente; lo que se puede realizar de forma paulatina a través de la generación de diversas oportunidades que se les pueden ofrecer a los jóvenes, esperando conseguir con esto a mediano plazo, que haya mejores oportunidades de llegar a tener una mejor calidad de vida para ellos, con la esperanza de que éstos, no pudiesen ser reclutados y absorbidos por los lazos que les tienden las personas que integran los grupos dedicados a la delincuencia organizada.

Segundo eje. Fortalecimiento de la Guardia Nacional.

Este punto es toral, ya que para poder recuperar la tan anhela paz social en México, se hace necesario contar con una institución policial formal, que sea eficaz, eficiente y profesional, por lo que cabe resaltar el hecho de que actualmente cuenta con 133,000 elementos, teniendo la pretensión de ser considerada como un icono de certeza en las tareas de apoyo contra la delincuencia, abonando en todo momento a la pacificación y tranquilidad social, lo que debe suceder aun en las comunidades que se encuentren más alejadas geográficamente y de difícil acceso.

Por lo que, al reforzar el profesionalismo con el que se conduzcan sus elementos, a través de la adecuada selección, instrucción, capacitación, actualización y profesionalización que sean necesarias, para fortalecer sus funciones y atribuciones que les son propias.

Tercer eje. La utilización y fortalecimiento de la inteligencia e investigación de los delitos.

Este Eje de manera particular resulta ser fundamental, pues no se puede ocultar el hecho de que desafortunadamente en diversas épocas y por determinadas circunstancias, la policía como institución en su papel de garante social, ha sido poco apreciada en su preparación, para así tener la fortaleza necesaria para desarrollar su importante papel social.

Por lo que en este eje, se ha vislumbrado la importancia que tienen las etapas que enuncia el Programa rector de Profesionalización, que serán la base para conocer y manejar de forma adecuada la inteligencia policial, a través de la utilización de los recursos tecnológicos más avanzados, por medio de los que, se puedan analizar los datos más sobresalientes e identificar indubitablemente los patrones de actuación, así comprender las dinámicas delincuenciales recurrentes en las zonas geográficas que presentan una mayor incidencia delictiva.

Cabe resaltar que este eje de seguridad, se refiere básicamente: al diagnóstico y a la cuantificación de las causas, así como las diversas consecuencias tanto sociales, como políticas, económicas, culturales e Institucionales, que afectan definitiva y gravemente la seguridad ciudadana y la sana convivencia social, por lo que en este eje, se propone intervenir con la implementación de diversas acciones específicas, tanto institucionales, como intersectoriales que lleguen a incidir de manera definitiva en la lucha contra las actividades delictivas desarrolladas constantemente por la delincuencia.

Este eje, también refiere a la utilización la inteligencia policial, la que debe ser entendida como el proceso que orienta las acciones de recolección y procesamiento de información, con el propósito de integrarlas en productos de inteligencia para los procesos de toma de decisiones

Cuarto eje. Consolidar el gabinete de seguridad y tener una coordinación con los estados.

Este eje, referente al fortalecimiento de la materia de seguridad, se ha propuesto, iniciar con la puesta en marcha de tres objetivos específicos, que de forma particular, refieren lo siguiente:

Primero: Se tratará de disminuir sensiblemente la incidencia delictiva, de manera particular en los casos de homicidios dolosos y de delitos de alto impacto;

Segundo: En este punto, se trata de neutralizar los generadores de violencia y de redes criminales, con especial atención a las zonas de alta incidencia delictiva.

Tercero: Fortalecer las capacidades de prevención y proximidad social de las policías locales y con esto, mejorar el dialogo con todos los sectores de la sociedad.

Por  lo que, el concepto estratégico con participación ciudadana se desarrolla en tres ejes, que son:

  1. iniciando con el preventivo,
  2. investigativo y de:
  3. inteligencia policial.

Ahora bien, cabe referir que la inteligencia desde la antigüedad, ha sido parte fundamental e inherente de la estrategia de la policía, ya que se puede lograr mediante su correcto empleo, conocer con anticipación las posibles decisiones y movimientos de parte de la delincuencia, logrando así obtener una adecuada una ventaja para obtener éxito en su calidad de garante social. [2]

Actualmente la Inteligencia, es indispensable en el desarrollo de los países del hemisferio, tanto en el ámbito Militar, como en el civil, desarrollando los lineamientos que faciliten la toma de decisiones para una determinada Nación.

Se debe entender, que la Inteligencia consiste en relacionar los conocimientos que tienen para resolver una determinada situación. Es pues saber, en forma correcta de conocer el cuándo, cómo, dónde y con qué objetivo emplear el conocimiento adquirido, en virtud, de al poseer ese conocimiento oportuno de la delincuencia, así como de las áreas de operaciones y posiblemente el lugar, donde operarán, por lo que la policía, al poseer ese conocimiento obtenido con inteligencia, bien aplicado otorgará una autentica y valiosa posibilidad a la policía de reducir efectivamente la violencia en la comisión de los delitos más frecuentes en la comunidades del país.

Se debe entender el ciclo de inteligencia, como el  proceso que orienta las acciones de recolección y procesamiento de información, con el propósito de integrarlas en productos constatables para la toma de decisiones más adecuada.

Este proceso de la inteligencia policial, comprende las siguientes etapas:

  1. Planeación,
  2. Recolección,
  3. Procesamiento y Análisis;
  4. Difusión y Explotación; y,
  5. Retroalimentación.

Primer etapa. La Planeación

Esta etapa, se refiere a los riesgos y amenazas, que se encuentran previstos en la Ley de Seguridad Nacional, así como en la Agenda Nacional de Riesgos y demás instrumentos de política pública en la materia de seguridad, estos por si mismos  constituyen el marco de referencia, donde se deben establecer de forma nítida, las prioridades de los requerimientos de información de inteligencia, en sus diversas vertientes como son:

a) estratégica,

b) táctica y,

c) operativa,

Las que se traducen en planes de recolección que detallan las estrategias a seguir para cada caso en concreto.

Segunda etapa. La recolección

Durante esta etapa se ponen en marcha las actividades de recolección de información que se genera a partir de diversas fuentes, realizadas con base en las solicitudes formuladas, durante la fase de la planeación.

Tercera etapa. El procesamiento y análisis

La información obtenida en la etapa de recolección se depura, estandariza y, en su caso, se decodifica con el objeto de que esta sea presentada en un formato útil para las labores de análisis, cuyo propósito consiste en transformar la información en bruto en productos de inteligencia:

  1. a) estratégica,
  2. b) táctica y,
  3. c) operativa,

Misma que es destinada a satisfacer las necesidades de información específica.

Por lo que desde un enfoque multidisciplinario, el proceso de análisis recurre al uso de una gran variedad de disciplinas y metodologías especializadas, las cuales van desde la sociología, antropología, psicología, demografía, lingüística, economía, derecho, ciencias políticas y relaciones internacionales, geología, estadística, matemáticas, informática, biología, física, química, entre otras.

Cabe resaltar que un aspecto de especial importancia que radica en la elaboración de los productos de inteligencia, el que consiste en obtener con claridad y exponer los aspectos más relevantes de la información, así como detectar sus alcances y limitaciones.

Cuarta etapa. Difusión y explotación

En este punto el carácter confidencial de la información de inteligencia, así como la importancia de remitirla oportunamente a las personas indicadas, hacen que esta etapa sea de una muy especial relevancia. Debido a que con el fin de garantizar la seguridad de la información y evitar que caiga en manos equivocadas, los productos de inteligencia, deben ser objeto de una serie de procesos y medidas de seguridad con el propósito de evitar riesgos durante su traslado y entrega. De la misma forma durante esta etapa, se pone especial atención en hacer llegar la información con oportunidad a las personas indicadas, antes de que sea demasiado tarde para los procesos de toma de decisiones.

Quinta etapa. Retroalimentación.

En este etapa de forma particular, se tiene un aspecto de gran relevancia para el ciclo de inteligencia, el que consiste en determinar el grado en que la información de inteligencia proporcionada haya atendido a las necesidades de los procesos de toma de decisiones, o, en su caso, si las personas a las que se les entregó la información requieren precisar o ampliar la información sobre un tema de forma especial. Lo que en consecuencia, dará inicio a las actividades de planeación y a comenzar nuevamente en la primera fase del ciclo de inteligencia.

La inteligencia debe ser valorada de forma adecuada por los Secretarios de Seguridad Pública estatal,  ya que esta, es factor fundamental para el planeamiento en los niveles estratégicos, operacionales y tácticos de la investigación y disuasión de los delitos, así como también funciona para la adecuada previsión general del delito; por lo que, estas son razones más importantes por las que constituye una actividad de carácter permanente, en la cual se encuentran involucrados todos los organismos de la Seguridad Pública conforme a los nuevos derroteros del país, marcados en

Por lo tanto, la inteligencia policial, es el producto resultante de la colección, explotación, procesamiento, integración, análisis, evaluación e interpretación de la información disponible sobre cualquier comisión delictiva, pudiendo obtener esta información en áreas internas y externas, convierten el producto de esta información en inteligencia útil. De esta manera, inteligencia es el producto que derivamos del análisis de toda la información disponible y relevante. [3]

[1] Zepeda Lecuona, Guillermo. “Crimen sin castigo. Procuración de justicia penal y ministerio público en México”.  Fondo de Cultura Económica. México 2004. p. 13.

[2] C. de N. Santiago LLOP Meseguer. C. de N. Luis MARTINEZ Enríquez y C. de N. Fernando VALERIANO-FERRER González “APUNTES DE INTELIGENCIA BÁSICA”. Editor División de Publicaciones de la Escuela Superior de Guerra Naval. Segunda edición: Octubre 2013. Perú. Página 9.

[3] C. de N. Santiago LLOP Meseguer. C. de N. Luis MARTINEZ Enríquez y C. de N. Fernando VALERIANO-FERRER González. Ob. Cit.

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