Frecuentemente como abogadas, amigas, profesoras o vecinas, recibimos solicitudes de ayuda de mujeres que padecen algún tipo de violencia y no saben a dónde o a quién recurrir.
La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, en colaboración con la Secretaría de Gobernación (SEGOB) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), proporciona información detallada sobre la naturaleza de la violencia familiar. Este esfuerzo conjunto tiene como objetivo elucidar el ciclo de la violencia y facilitar el reconocimiento de las distintas manifestaciones de este fenómeno, con el propósito de contribuir a su prevención y erradicación.
Se entiende por violencia familiar “el acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a dominar, someter, controlar, o agredir de manera física, verbal, psicológica, patrimonial, económica y sexual a las mujeres, dentro o fuera del domicilio particular, cuyo agresor tenga o haya tenido relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato o hayan mantenido una relación de hecho.”
Según el mismo instrumento, la violencia se presenta en un ciclo de tres etapas:
1- Acumulación de tensión (Hostilidad / Tensa calma).
2- Explosión violenta (Agresiones psicológicas, físicas y/o sexuales).
3- Arrepentimiento (Falsas promesas, supuesto cambio, falsas esperanzas).
Dicha violencia puede expresarse de formas variadas e ir incrementando su intensidad; se considera una clasificación base:
a) Violencia psicológica, se expresa a través de: bromas hirientes, descalificación, desprecio, humillación, celos, conductas chantajistas, ser ignorado, amenazas o gritos.
b) Violencia física, se expresa a través de: destruir objetos personales, privación de recursos económicos o sustento para la pareja o los hijos, pellizcos, trato agresivo, jaloneos, golpes, patadas, mutilación.
c) Violencia sexual, se expresa a través de: agresiones físicas, manosea sin consentimiento, abuso, violación sexual.
Dependiendo del tipo de violencia que viva una determinada mujer, será el apoyo que se deba buscar, por ejemplo, si es una situación de emergencia como lo sería un caso de violencia sexual, lo indicado es solicitar apoyo de la policía para salvaguardar la integridad y proceder a levantar la denuncia correspondiente acompañada de un asesor jurídico para estar orientada adecuadamente.
Cuando se padece violencia de género, se puede recurrir a las LUNAS, que son espacios distribuidos en cada una de las Alcaldías de la Ciudad de México y que brindan apoyo psicológico y jurídico de manera gratuita.
En las LUNAS el personal capacitado puede identificar y determinar en qué nivel de riesgo se encuentran las mujeres y a través de su personal ayudar al fortalecimiento emocional de dichas mujeres para poder brindarles confianza y seguridad en sí mismas que les permita romper el círculo de violencia en el que se encuentran.
Recordemos que ningún tipo de violencia está justificada, por lo tanto, si se le presencia y no se le denuncia, se es cómplice.
Ya sea como víctimas o testigos es un deber humano y civil denunciar, basta con marcar al 911 para recibir la asesoría legar de primer contacto.
Te agradezco, como siempre, los minutos que dedicaste a la lectura de estas líneas.
Imelda Nathaly González Guevara.
Maestra en Derecho, Profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.
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