La estafa romance se trata de una forma de violencia contra las mujeres, debido a que los perpetradores se aprovechan de su confianza para despojarlas económicamente. Algunas de las víctimas perdieron dinero, propiedades y su tranquilidad al creer que se estaban en una relación de confianza. La mayoría de los casos de esta estafa ocurre en plataformas de citas y en las redes sociales.
La diferencia entre una estafa y una estafa romántica radica en el modus operandi del estafador. En una estafa romántica se utiliza la relación sentimental para engañar a la víctima abusando de ese vínculo emocional, mientras que la estafa se basa en la manipulación para obtener un beneficio, que no necesariamente implica una relación sentimental.
Propuesta legislativa: la estafa romance como forma de violencia
A fin de erradicar esta conducta, el Congreso de la Ciudad de México presentó una iniciativa para que la estafa romance sea considerada una nueva forma de violencia en contra de las mujeres.
La iniciativa propone modificar la fracción III del artículo 6 de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Ciudad de México, a fin de que los hombres no abusen de la vulnerabilidad emocional de las mujeres y que adquieran deudas que no pueden pagar.
El agresor basa este tipo de estafa en abusar de la confianza y del vínculo emocional que mantiene con la víctima, por lo cual, es complicado que las mujeres realicen la denuncia, ya que no se dan cuenta que están siendo manipuladas, que existe abuso de confianza y afectación en su patrimonio.
La ley no ofrece una protección que establezca los mecanismos necesarios para que exista una reparación del daño. La iniciativa propone reformar la legislación con la siguiente redacción:
“También, se considerará este tipo de violencia cuando el agresor, a través de manipulación afectiva, engaño o abuso emocional, induzca a la víctima a contraer deudas, solicitar préstamos, ceder bienes o entregar recursos económicos, ya sea en beneficio de éste o en favor de un tercero, ocasionando con ello un menoscabo en su estabilidad financiera y patrimonial”.
Reforma al Código Penal: sancionar con prisión la estafa romance
Aunado a lo anterior, se busca modificar el artículo 201 del Código Penal para el Distrito Federal, la reforma propone sancionar este tipo de violencia con una pena de cinco años de prisión.
Según datos proporcionados por el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, entre 2021 y 2024, se recibieron 180 denuncias y el 72% de las víctimas de estos actos son mujeres y el 31% de los montos ascienden a los 50 mil pesos.
La mayoría de las víctimas en este tipo de estafa son mujeres, ya que, dentro de sociedades patriarcales, el hombre ejerce opresión sobre la mujer. Dado que esa opresión es parte del funcionamiento de esa sociedad, no existe culpa, ni remordimiento al violentar emocionalmente a las mujeres, bajo el argumento de amor romántico. Coral Herrera señala que esta estafa es una “manera de dominar su mundo y a partir del patriarcado lucrar con las emociones de las mujeres, engañar, mentir, subordinar a sus parejas, acumular riqueza, aprovecharse de ellas, robarles” …
Caso emblemático: el estafador de Bumble
En México uno de los casos más relevantes de este tipo de violencia, fue el del estafador de Bumble, que se dio a conocer como Baruc, Alfonso, Lazlo, Luca o Ezra, quien se hacía pasar por italiano-mexicano y comprador de arte y quien en los últimos 10 años ha estafado por lo menos a 11 víctimas.
Este hombre comenzó a convencer a una de las víctimas de que buscaba una relación seria y que el dinero no era un problema para él, ya que su familia tenía negocios en el centro histórico. El perpetrador le solicitó un préstamo para pedir un equipo de cómputo, con la falsa promesa de regresárselo, la víctima accedió y le prestó más de 175 mil pesos, pero el agresor nunca le devolvió el dinero a la a la víctima.
En consecuencia, esta iniciativa representa un avance para salvaguardar los derechos de las mujeres, los cuales se ven vulnerados al considerarse que no se trata de una conducta delictiva, sino de un siempre préstamo voluntario, razón por la que las mujeres no pueden denunciar. Visibilizar esta forma de violencia implica sancionar al agresor y reconocer que los agresores manipulan la afectividad en entornos digitales es hoy un nuevo frente en la lucha por la dignidad y autonomía económica de las mujeres. El reto está en construir justicia que entienda el poder del engaño emocional.
María Fernanda Barrientos Tamariz. Licenciada en Derecho egresada de la Universidad Iberoamericana. Maestra en derechos humanos. Abogada en temas relativos a derechos humanos y materia penal.
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