- No le avisaron que la atención que recibió tras ser atacada sería grabada como parte de una película. Emprendió acciones legales vs la productora y empresas de streaming. Productores dicen que no necesitaban permisos pues es un documental social y un tema de libertad de expresión.
Por: Arturo Ángel
Familia de Medianoche es una exitosa película del género documental que llegó a las pantallas de cine y luego a los servicios de “streaming” en 2020. Reconocida por la crítica y premiada en el festival de Sundance, la cinta sigue la historia de la familia Ochoa quienes operan una ambulancia particular la cuál, como muchas otras, compite por atender emergencias ante la falta de infraestructura de los servicios de salud de Ciudad de México.
El largometraje de 80 minutos dirigido por Luke Lorentzen y coproducido por la productora “No Ficción” muestra las peripecias de los Ochoa para llegar antes que otras ambulancias y asistir a cuatro víctimas en situaciones de urgencia. También se retratan las dificultades de la familia para poder hacerse de recursos que les permitan mantener en regla su vehículo, e incluso los presuntos hechos de corrupción a los que se someten.
Pero ahora la película enfrenta litigios legales luego de que una de las mujeres que fue atendida por la ambulancia y grabada por Lorentzen ha demandado al director, a las productoras y a las empresas Netflix, Apple, Cinépolis y Claro Video por acciones que, sostiene, le han generado una violencia mediática y de género que persiste hasta la fecha.
Se trata de la joven con iniciales ATGA (cuyo nombre se protege en esta nota) a quien se le ve en la cinta en el momento en que está en una gasolinera asustada y lesionada, luego de que su novio le fracturó la nariz golpeándola en la cara. La ambulancia de las Ochoa, con Lorentzen a bordo, llega para atender y trasladar a la joven a un hospital. Por varios minutos se muestran imágenes de la joven en evidente estado de shock siendo asistida y cuestionada por los Ochoa, quienes le preguntan su nombre, su edad y lo que le pasó. La chica muestra preocupación no solo por sus lesiones, sino por el costo que tendrá para su madre el traslado al hospital.
En los documentos de la demanda civil, el juicio de amparo y la denuncia ante el INAI promovidos por la víctima, se señala que el problema radica en que nunca se le informó que estaba siendo videograbada para aparecer luego en una cinta que fue distribuida comercialmente.
“He sido víctima de violencia sistemática, además de haber sido grabada sin permiso y que esa fijación de mi persona, voz, imágenes, media filiación, y secuencia que está en una película, contenga mi revictimización, con mi voz, datos personales, datos que me identifican, con información delicada, que no tuvo que haber sido ni fijada, ni transmitida, ni vendida sin mi permiso”, señala la joven a través de sus abogados.
En la demanda civil la joven reclama que se haya presentado su imagen sin su autorización lo que le ha generado las afectaciones mencionadas. En el juicio de amparo la joven busca que un juez federal ordene a la fiscalía capitalina que emita medidas de protección para que los servicios de “streaming” detengan la comercialización y proyección del documental.
Notitia Criminis buscó al director de la cinta a través del correo electrónico de su página de internet, pero no hubo respuesta. También se solicitó a la productora No Ficción y a Netflix México un posicionamiento público sobre esto, pero declinaron hacer comentarios porque el caso está en litigio. No obstante, en los documentos judiciales a los que se tuvo acceso, se advierte que la posición de la casa co-productora es que no se requería autorización de la joven para presentar su caso en el documental.
“Su imagen se captó en un lugar público, aunado a que predomina un interés público, histórico y cultural, ya que se trata de denunciar las deficiencias del sistema de salud en la Ciudad de México, en específico, la falta de ambulancias en la capital del país y todo lo que sufren para llevar a cabo su labor. La ley Federal de Derechos de Autor prevé excepciones que justifican el uso de la imagen y el retrato de una persona sin su consentimiento atendiendo al derecho de la libertad de expresión”, indica en su escrito ante el tribunal el abogado de No Ficción.
Pero Larissa Moreno, asesora jurídica de ATGA, dice que dicha argumentación no es procedente dado que la joven tenía derecho a que se le informara, antes que cualquier otra cosa, que sería trasladada en una ambulancia donde había un camarógrafo que registraría toda su atención. Solo a partir de eso la joven hubiera podido decidir si accedía o no a ser filmada, en un contexto de alta vulnerabilidad como en el que ya se encontraba.
“Tratar de justificar que sea de interés público es insuficiente. Estamos hablando de datos sensibles y comunicaciones sensibles. Y esto lo que ha generado es que se perpetúe su revictimización a lo cual ella tendría derecho a olvidar. Pero eso ha quedado relegado por el lucro. Ella todo el tiempo sabe que hay gente no solo en México sino en el mundo viendo su revictimización y esto, a su vez, es una violencia mediática” respondió la abogada.
Las acusaciones: revictimización y negocio
En enero de este año ATGA, a través de sus representantes, presentó la demanda que dio pie a la apertura de un juicio ordinario civil ante el juzgado 42 en Materia Civil de la Ciudad de México, en contra del director de la cinta Luke Lorentzen, de la casa productora No Ficción S.A. de C.V., y de las empresas distribuidoras y/o exhibidoras Cinépolis S.A. de C.V., Netflix México S.A. de R.L. de C.V., Apple Operations México S.A. de C.V., y Claro Video.
En dicha demanda la joven reclama, sustancialmente, el que se haya usado su imagen sin autorización para producir, promocionar y comercializar el referido documental. Señala que no solo se le muestra en la película en las condiciones ya descritas, sino en material publicitario distribuido redes sociales, donde se aprecia su brazo con su tatuaje y las manchas de sangre.
Lo más grave, agrega, es que esto le ha propiciado una revictimización constante puesto que lo que se muestra son los momentos en que recibió atención tras ser atacada violentamente por la persona que en ese momento era su pareja.
Dice que se enteró que su agresión fue filmada e incluida en la cinta cuando su madre asistió al cine a verla. Indica que, desde esa fecha, varias personas la han reconocido y señalado como “la agredida de la película” o “la golpeada por el novio”, situación que ha mermado tanto su salud física como emocional.
“Los sucesos que me habían ya generado un trauma incrementaron mi ansiedad y depresión al ver que justo esa parte de mi vida aparecía en una película para lo cual yo nunca otorgué consentimiento, ni se me notificó que estuvieran filmando, grabándome dentro de la ambulancia, fijándome mi imagen para que apareciera en una película, sin haber dado mi permiso de aparecer, puesto que nunca se me informó que se estaba filmando una película, y que la misma iba a tener dentro de la historia la fijación de mis imágenes grabadas después de haber sido agredida físicamente”, señala la joven en su demanda.
En el escrito presentado por su abogada se advierte, además, que 3 de los 4 casos que se muestran en el documental son de mujeres siendo atendidas en situaciones de crisis.
“Tres mujeres aparecemos ahí, en el estado más vulnerable, inestable, con la salud en juego, subiendo a una ambulancia, con Luke Lorentzen y ayudantes fijando las imágenes, grabando sin permiso y posteriormente explotada su imagen y vida íntima en su grado más grande de vulnerabilidad, sin autorización, para exhibirlo en México y en el extranjero”, agrega la demanda.
En ese contexto, ATGA a través de sus abogados solicitó que su caso sea abordado con perspectiva de género y que, al momento de fijarse una indemnización, este tipo de violencia sea tomado en cuenta.
Por otro lado, los abogados de la joven también promovieron un juicio de amparo ante la negativa de la Fiscalía General de Justicia de emitir medidas de protección en contra de que se siga difundiendo y comercializando el documental en plataformas como Netflix o ITunes.
En el escrito de dicho juicio la joven argumenta que ha sido blanco de una “revictimización perpetua” como resultado de que se continúa promocionando y descargando un material donde se exhibe, sin haber dado autorización para ello, situaciones posteriores a la agresión de la que fue blanco.
“Esto es violencia mediática, y es una de las violencias que se encuentra enunciada en la ley citada y razón por la cual se solicitó la medida de protección, así que el no entrar a estudio por las razones que vierte la autoridad demandada impide nuevamente mi acceso a la justicia, y a generar y provocar que se continúe violentando de manera sistemática a las mujeres”, indica el escrito de la demanda de amparo.
Además la joven presentó un recurso ante el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) en donde responsabiliza a las mismas personas de haber hecho un uso inadecuado de sus datos personales.
Y también envió una carta a la organización del festival de cine de Sundance para denunciar que el documental galardonado en la edición de 2019 contiene imágenes de víctimas de agresiones reproducidas sin autorización.
La defensa: prevalece el beneficio social
En su respuesta entregada al juez de lo civil los abogados de Elena Fortes, fundadora de la productora No Ficción, rechazan que se haya violado los derechos de la joven ATGA o de las otras personas al no habérseles avisado que serían filmadas para aparecer en un documental.
Lo anterior bajo una premisa central: Familia de Medianoche es un documental que lo que hace es evidenciar una problemática seria en cuanto a los servicios de salud de la capital del país y, por lo tanto, es una pieza de interés público y social.
“El documental proporciona una idea y panorama de cómo es que el derecho a la protección a la salud de las personas que viven en la Ciudad de México no se encuentra garantizado por el gobierno, pues como se menciona al inicio del documental hay 45 ambulancias para 9 millones de personas (…) en ese sentido, al evidenciar estas fallas en el sistema de salud se crea conciencia en la población y se le invita a exigir más a los gobernantes” indica la productora.
Tras la difusión de la cinta, agregan la productora, se generó un debate público respecto a las carencias en la atención de servicios de primeros auxilios en una de las ciudades más pobladas del mundo, y las situaciones irregulares y de corrupción que enfrentan las personas que quieren proveer de dicho servicio.
Detallan, además, que hay disposiciones contempladas en la Ley de Responsabilidad Civil para la Protección del Derecho a la Vida Privada, el Honor y la Propia Imagen en el Distrito Federal y la ley Federal del Derecho de Autor, que justamente contemplan excepciones para que la imagen o datos de particulares recabados en la vía pública puedan ser firmados y proyectados.
La productora negó que el objetivo de la cinta sea documentar y exhibir situaciones de violencia contra las mujeres con la finalidad de lucrar con ellas, por lo que piden que dicho argumento sea desestimado. Finalmente, solicitan al juez que se le absuelva de dicha demanda bajo los argumentos ya precisados.
En lo que concierne a Netflix México, este medio tuvo acceso a su escrito de respuesta entregado al INAI como parte de un proceso iniciado por ATGA por violación a sus datos personales. Grosso modo, la empresa responde que ella no puede ser la causante de dicho daño pues no es ni la productora de ese material ni tampoco la responsable de subirlo a las plataformas de distribución.
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