Por Cristian Rodríguez Jiménez
Hace varias semanas que se ha hecho eco la noticia que están sobrevolando por Latinoamérica varios aviones de la cuestionada aerolínea Conviasa, la cual pertenece al Estado venezolano. Desde hace un tiempo, el Estado venezolano compró varios aviones a la aerolínea iraní Mahan Air. Por otro lado, Conviasa tiene una empresa subsidiaria que es llamada Emtrasur. Es decir, el Estado venezolano utiliza dos nombres distintos para realizar vuelos a lo largo de LATAM.
Mahan Air es conocida por estar en las listas negras de Estados Unidos debido a que están vetados por estar asociados con grupos terroristas, como es el caso del Hezbollah. Es decir, Mahan Air se ha encargado de transportar diferentes materiales al grupo terrorista Hezbollah al Líbano como armas, drones, entre otros.
Pero ¿Qué es el Hezbollah? El Hezbollah es una organización musulmana chií libanesa que tiene un brazo político y otro militar. No obstante, Estados Unidos, Europa y otros muchos países, han definido a Hezbollah como una organización terrorista, ya que han tienen una lucha contra Israel y occidente. Además, que realizó un ataque terrorista a la comunidad judía en 1994. Es decir, que también está teniendo presencia en diferentes países de Latinoamérica.
Pero ¿Quién está financiando a Hezbollah? Este grupo terrorista y político tiene una gran afinidad con Siria, ya que el gobierno sirio, liderado por Bashar al-Ásad ha financiado la actividad armada del grupo armado.
Cabe destacar que el gobierno de la República Árabe de Siria lleva liderado por la familia al-Ásad desde hace varias décadas. Se inició en 1971 por Háfez al-Ásad y tras la muerte del mismo en el año 2000, la Asamblea Popular de Siria enmendó la Constitución para que su hijo Bashar al-Ásad sucediera a su padre en el poder. Lo que se conoce en occidente como una dictadura.
Pero volviendo a Latinoamérica, varias naciones del continente se han puesto en alerta, debido a la circulación de un Boeing 747 de la empresa venezolana Emtrasur, cuyo avión aterrizó en Argentina en junio. En este momento todo sería correcto si el avión no hubiera sido comprado a la aerolínea Mahan Air.
Pero también debemos añadirle, que el avión inició el vuelo desde Ciudad de México, pero realizó una escala en Caracas. No obstante, dicho avión solicitaba aterrizar en Uruguay, donde le fue denegada por las autoridades de dicho país, lo cual, dieron aviso a las autoridades de Argentina, ya que la aeronave volvía de nuevo a Argentina.
Al aterrizar en Buenos Aires y como indica el analista en Delincuencia Organizada y Terrorismo y colega de CISEG, Alejandro Cassaglia, se desata el escandalo internacional a gran escala. Esto se debe a la complejidad de la situación, ya que el piloto del avión se llama Ghoamreza Ghasemi, el cual, pertenece a la organización Al Quds y que esta, depende de la Guardia Revolucionaria Iraní.
Por otro lado, la tripulación que viajaba en la aeronave eran 14 ciudadanos venezolanos y 5 tripulantes iraníes. Además, como describe el analista Alejandro Cassaglia, el copiloto del avión también pertenecía a Al Quds.
Tambien debemos añadir que el avión esta acondicionado como nave de carga, ya que todo su interior fue desmantelado, es decir, se quitaron las butacas ¿Cuál es el objetivo de quitar las butacas en un avión comercial? No hace falta ser un genio para asociar los diferentes factores mencionados en las anteriores líneas, para deducir una hipótesis con una respuesta afirmativa.
La principal hipótesis es que Irán es el proveedor del terrorismo en el Líbano y son un gobierno autoritario, donde comparte los mismos ideales con Cuba y Venezuela. Por lo que estamos con Estados que también están en las listas negras de los gobiernos de occidente. Si buscan expandirse y romper fronteras, son los actores políticos idóneos para que surja la magia. Pero también debemos deducir que Irán buscará sacar su pedazo del pastel en este entresijo internacional.
Como indica el analista Alejandro Cassaglia y volviendo al asunto sobre el avión venezolano pilotado por iraníes, los pilotos pertenecen a Al Quds. Es decir, tienen funciones y tareas de inteligencia y espionaje en el exterior de Irán. Por otro lado, también forman parte de operaciones de guerra asimétrica o guerra híbrida, que es el último escenario que se ha visto reflejado en la guerra con el terrorismo de etiología yihadista.
En conclusión, estamos ante una situación compleja y que probablemente no es nueva. Pero que debe alertar a los países latinoamericanos, es decir, debemos organizarnos y comunicarnos para intercambiar información y realizar inteligencia. Es cierto que la delincuencia organizada estaba presente desde décadas atrás en Latinoamérica, pero se ha unido un elemento que ha venido para instaurarse y formar parte del negocio.
Por lo que debemos realizar un análisis multidisciplinar que generen diferentes Think Tank con diferentes expertos y aplicar estrategias optimas, objetivas e inteligentes para conocer al enemigo real. Porque se pueden generar grandes daños y victimas reales por actividades ilegales como el narcotráfico, venta de armas, terrorismo y un largo etcétera.
Cristian Rodríguez Jiménez
Criminólogo. Analista en conducta criminal y terrorismo. Subdelegado de CISEG en Chile
Twitter: @crodriguez1888