Una vez más tengo la fortuna de poder contar con este espacio en un día tan importante y sensible para las mujeres, un espacio donde puedo expresarme y a mi manera alzar la voz empáticamente a este género femenino que al día de hoy sufre de abusos, de injusticias y de falta de escucha por parte de todas las instancias que han tenido en sus manos el poder-deber de hacer algo por nosotras y han ignorado el castigo de quien lo merece.
Hoy, 08 de marzo del 2023, marchamos, alzamos la voz, gritamos, lloramos, exigimos, pero sobre todo nos unimos para hacer valer nuestros derechos, el más importante, el derecho a la vida en condiciones de libertad y respeto a nuestra dignidad. A vivir con orgullo, ser mujer y no con miedo de que por pertenecer al género femenino seamos vulneradas por el constante peligro de nuestras calles, ciudades y “depredadores de mujeres”
Hoy, todas y todos tenemos algo en común, y es esa necesidad de escribir, reclamar y ser parte de la construcción de una nueva historia social y generar un cambio auténtico en el México que vivimos con muchas faltas reiteradas en la esfera familiar, escolar, laboral, conyugal y afectiva.
El 08 de marzo es una conmemoración para recordar aquellas mujeres que se atrevieron a salir por primera vez a la calle y conquistar nuestros derechos humanos, ese día en que las mujeres de todos los continentes, sin importar que estén separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, nos unimos para recordar y seguir reconociendo las luchas históricas de las mujeres a través de los años por la igualdad, la equidad, la justicia, la paz, la dignidad y el respeto a nuestro derecho a “decir no”. Sin mencionar todas esas muertes, marcas por lesiones, acosos y encarcelamientos que sufrieron las mujeres que lucharon y alzaron la voz en su momento para que al día de hoy todas nosotras estemos en posibilidad de disfrutar el reconocimiento a nuestros derechos, mucho les debemos y hoy es oportuno para decirles gracias, y la mejor manera para hacerlo es contribuir a la continuidad siendo miembro de los colectivos o de acciones individuales en torno a la ampliación de derechos.
Como mujer, a veces las palabras exactas se ocultan y junto con la emoción nos impiden decir cuan grande es el significado de lo que para nosotras representa este día, el día internacional de la mujer. Porque ese sentimiento de lucha al evocar el recuerdo de la primera vez que se armaron de valor las trabajadoras de EE. UU y reclamaron un régimen laboral justo, ese momento donde supimos que no había vuelta atrás y que sería un gran día para recordar año con año, unidas y con el compromiso de luchar por una sociedad sin tratos desiguales ni discriminaciones, por la igualdad de derechos y por un futuro más seguro y justo para las mujeres de las generaciones venideras.
Hoy se celebra un año más de romper con fronteras para deshacer y generar un cambio para que las mujeres logremos tener las mismas oportunidades a cambio de nada mediante las modificaciones en el marco jurídico y la promoción en la conciencia pública para incentivar un cambio de actitud y poner fin a las tradiciones discriminatorias enraizadas en la sociedad bajo el ominoso disfraz de “usos y costumbres”.
Vamos por una igualdad de oportunidades para que las niñas de hoy tengan una amplia y autentica oportunidad de educación para enfrentar el futuro bajo el eufemismo de “madres solteras” porque la pobreza y el abuso suelen ser cómplices en la negación de la libertad y la igualdad de la mujer. Esa es la principal violencia que promueve el Estado en el fenómeno identificado como la “feminización de la pobreza”
El 08 de marzo es para conmemorar, pero recordemos que cada día es una nueva oportunidad para ser mujeres y trascender, formar parte de esa lucha que reclama sus derechos al trabajo y con igualdad de derechos en los esquemas de ascenso y reconocimiento, como cimiente del pleno desarrollo.
Es una inmensa satisfacción saber que las protestas de mujeres han aumentado desde el 2015, y donde una gran mayoría se expresó en contra de la violencia hacia las mujeres y a favor del aborto dando pie a que surjan cada vez más movimientos en distintos países poniendo en evidencia que esta situación y la respuesta de las mujeres, frente a este problema, ha adquirido mayor importancia en América Latina.
Lejos de ser una publicación informativa donde comparta un análisis sobre una situación doctrinaria en específico, tengo la inquietud de conocer qué motivaciones se pueden despertar en la comunidad de nuestro género y hacer un ejercicio de introspección para preguntarnos cual ha sido nuestra contribución al ocho de marzo y a unir nuestras fuerzas para que todas sepan que nadie está sola y que cuentan con nuestro inmenso apoyo para que en nuestro centro de trabajo dejen de vernos como el propósito de una erección masculina.
Liliana Baltazar Samayoa Pimentel
Psicóloga y abogada.
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