Por: Arturo Ángel
Más de 40 mil soldados que conforman hoy la Guardia Nacional (GN) carecen de certificados vigentes que prueben que superaron correctamente los exámenes de control de confianza que, por ley, soy obligatorios para trabajar como policías en México. Lo anterior ubica a dicha corporación como una de las fuerzas más rezagadas en torno a esta certificación.
Dicho de otra forma: por lo menos 4 de cada 10 integrantes de la Guardia Nacional realizan trabajos de policía sin que haya constancia de que cuentan con el perfil y aptitudes necesarias para ello.
De acuerdo con registros oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), al cierre del mes de febrero la GN suma un total de 102 mil 289 efectivos operativos entre mandos medios y tropa. Y según el mismo registro el cien por ciento de ellos ya han sido sometidos a las pruebas de control de confianza.
Sin embargo, solo el 58 por ciento del total de sus integrantes cuenta con el certificado vigente que prueba que presentaron y superaron de forma satisfactoria dicha batería de exámenes, que incluyen pruebas físicas, de conocimientos, de entorno social y poligráficas (con detectores de mentiras).
De acuerdo con la referida información esto se debe a un conjunto de factores. Por un lado, que solo el 75 por ciento de los que presentaron ese examen están aprobados y, de ellos, un 15 por ciento aproximadamente debe presentarlo de nuevo porque ha vencido la vigencia de su certificación.
Luego hay otro 21 por ciento de guardias nacionales a los que no se les ha dado el resultado. Es decir: son militares laborando como policías en las calles sin que se sepa realmente si son confiables y tienen la capacidad para ese trabajo.
Y peor aún es el caso de un 4 por ciento de los guardias nacionales, que son aproximadamente 5 mil efectivos, que NO aprobaron las pruebas de control de confianza y, sin embargo, siguen activos y operativos dentro de esa corporación.
Todo lo anterior es una flagrante violación a lo dispuesto en la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública que establece que para que cualquier persona pueda desempeñar labores de policía debe tener un certificado que acredite, entre otras cosas, que superó las pruebas de control de confianza satisfactoriamente. Es un requisito obligatorio y carecer de ello imposibilita a desempeñar esa labor. Es lo que dice la ley.
¿Por qué pasa esto?
El hecho de que actualmente más del 40 por ciento de los elementos de la Guardia Nacional estén laborando sin tener en regla el proceso de control de confianza obedece a la forma en como la administración del presidente López Obrador decidió implementar la estrategia de reclutamiento.
Y es que con el objetivo de contar con una fuerza que creciera rápidamente en número se apostó por conformarla con militares que no tienen preparación ni habilidades de policía, y capacitarlos posteriormente. Pero como la Guardia Nacional por definición constitucional es una policía civil a la que le aplican las reglas del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre ellas la obligación del control de confianza, se tuvieron que hacer modificaciones para dar prórrogas de hasta dos años en estas certificaciones.
Sin embargo, esas prórrogas ya se vencieron y continua sin haber un número importante de militares convertidos en guardias nacionales que no han superado los procesos de control de confianza. Se trata de un dato que no se da a conocer en las conferencias mensuales del presidente, donde solo se aborda cuantos elementos tiene la GN y donde están desplegados.
Aun con lo anterior, autoridades consultadas indicaron que no se prevé que haya una salida de los efectivos que no tienen el control de confianza aprobado dado que dicha fuerza, por una reforma legal que está controvertida en la Corte, pasó bajo administración total de la Secretaría de la Defensa Nacional.
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