Un juez del estado de Morelos sentenció a 125 años de prisión a un exintegrante de la Marina Armado de México tras encontrarlo culpable del multihomicidio de Isaac Gamboa, exfuncionario del sexenio pasado cercano al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y a cuatro integrantes de su familia.https://www.penguinlibros.com/es/tematicas/301618-ebook-el-caso-viuda-negra-9786073817806
Sin embargo, a casi tres años de los hechos sigue sin esclarecerse el móvil detrás del crimen. Aunque la fiscalía de Morelos sostiene que pudo tratarse de un “asunto pasional” y que la esposa de Gamboa sería la autoría, una investigación periodística publicada en el libro “El Caso Viuda Negra” muestra inconsistencias en la indagatoria y hechos de corrupción que no han sido tomados en cuenta.
El asesinato se remonta a la mañana del 21 mayo del 2020 cuando por lo menos cuatro personas entre las que se encontraba el marino Jesús Manuel “N” alias “El Mongoy”, entraron a la casa donde Gamboa y su familia descansaban el fin de semana en el fraccionamiento Las Brisas, de Morelos.
Los sicarios no asesinaron a todos los asistentes, sino que se enfocaron en Gamboa, en sus tres hermanos y su madre a los que les dispararon en la cabeza a sangre fría y posteriormente se retiraron.
Lo que la indagatoria de la Fiscalía de Morelos arrojó es que el exmarino y otras personas entre las que estaba Carlos José, el propio escolta de Gamboa, entraron fácilmente al domicilio ya que esposa del exfuncionario, Bethzabee “N”, le facilitó las llaves. Todos fueron detenidos en los días siguientes.
Ante los jueces los fiscales mostraron evidencias como mensajes de llamadas telefónicas, fotografías, las periciales al vehículo utilizado por los implicados, entre otros, que fueron suficientes para que el juez considerara demostrado que “El Mongoy” fue responsable del delito de homicidio doloso en agravio de todas las víctimas.
Por este mismo caso permanece en prisión preventiva Bethzabee, sin que su caso haya llegado aún a juicio pues a través de varias demandas de amparo sus abogados han tratado de combatir distintas irregularidades en el proceso. La mujer fue trasladada a un penal de máxima seguridad a principios del año pasado. Otros tres implicados, entre ellos el que fuera escolta de Gamboa, permanecen prófugo.
Cabos sueltos
Aunque la investigación ha documentado quienes participaron materialmente en el crimen de Gamboa, el móvil no está confirmado. La Fiscalía de Morelos sostiene que se trató de un supuesto crimen pasional, ya que Bethzabee quería quedarse con el dinero de su esposo y se puso de acuerdo con el escolta, con quien sostenía un romance.
Pero lo que la investigación periodística publicada en el libro “El Caso Viuda Negra” demostró es que detrás de este asesinato había una gran trama de corrupción. Gamboa estaba implicado en las operaciones a través de las cuales se asignaron, en el sexenio pasado, cientos de millones de pesos desde la Secretaría de Hacienda de Videgaray a varios estados, con el fin de que luego fueran desviados. Es el caso de corrupción conocida como “Operación Safiro”.
Datos de la Unidad de inteligencia Financiera, revelados en la referida obra, prueban que Gamboa y sus familiares, entre ellos no solo Bethzabee sino parejas de sus hermanos, están implicados en la mayor red de lavado de dinero de la que se tenga registro, con más de 25 mil millones de pesos operados entre empresas fantasma y prestanombres de formas sospechosas.
Investigaciones realizadas en su momento por la fiscalía de Chihuahua, en la administración del entonces gobernador Javier Corral, mostraron que Gamboa era un personaje clave en esta historia, pues Videgaray había depositado en él las facultades legales para operar convenios de transferencia a estados con controles más laxos que los de otros fondos federales.
Aunque el asesinato de Gamboa podía resultar conveniente para muchos (tanto exfuncionarios como otros implicados o familiares), no hubo ninguna coordinación entre autoridades locales y federales para su esclarecimiento. Ni el más mínimo intercambio de información.
Abogados cercanos a la propia Betzhabee sostienen que ella es inocente, que la versión de que mandó matar no solo a su exesposo sino a todos sus hermanos y suegra carece de lógica, pero que no hay voluntad de las autoridades para esclarecer de fondo el multihomicidio.
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