Por: Arturo Ángel
México atraviesa uno de los momentos de mayor violencia en el sexenio. Enfrentamientos, emboscadas, multihomicidios y hallazgos de fosas clandestinas se suman a una cadena de hechos que han disparado los registros de asesinatos a niveles que no se habían registrado desde los primeros meses de la actual administración.
De acuerdo con la estadística diaria víctimas de homicidio que publica el gabinete de seguridad, los primeros 12 días de junio dejaron un total de 971 personas asesinadas, una cifra que representa un promedio de casi 81 personas asesinadas diariamente. En números cerrados: 80.9
No se había registrado un promedio diario de víctimas de homicidio tan alto desde agosto de 2020 cuando dicho mes dejó un saldo de 81.4 asesinatos cometidos cada 24 horas. Es decir, hace casi tres años.
El dato es particularmente grave si se toma en cuenta que mayo ya había sido un mes negativo en términos de seguridad, con la cifra más alta víctimas de homicidios en lo que va de 2023. Los números de junio están, incluso, por encima de ello y podrían perfilarse como una tendencia.
La jornada del 11 de junio fue especialmente violenta con un total de 105 víctimas de homicidios, lo que convierte a ese día particular en el más violento en lo que va de este año. El lunes 12 de junio dejó otro balance especialmente alto con un total de 95 personas asesinadas.
Entidades como Guanajuato, Baja California, Sonora o el estado de México han concentrado la mayor parte de los asesinatos cometidos hasta en junio. Se trata de estados con una fuerte disputa de grupos delictivos, y donde la presencia de fuerzas federales como el Ejército o la Guardia Nacional no ha sido suficiente para frenar este fenómeno.
Niños, soldados y multihomicidios
Entre los hechos de violencia registrados en los últimos días destaca, por ejemplo, el hallazgo de siete cuerpos abandonados dentro de una camioneta en el estacionamiento de una gasolinera ubicada en la zona norte de Tijuana, Baja California. Esto tras una persecución entre personas armadas con policías municipales.
La crisis de violencia que experimenta actualmente Tijuana llevó incluso a la alcaldesa de esa ciudad fronteriza, Montserrat Caballero, a tomar la decisión de vivir dentro del cuartel militar de la zona. Ello luego de que dijo haber recibido amenazas de muerte de grupos criminales, y de que uno de sus escoltas recibiera un ataque directo en mayo pasado.
Otro caso fue el registrado el fin de semana en la localidad de Tacuichamona, municipio de Culiacán, Sinaloa, donde un militar del Ejército mexicano perdió la vida y otro resultó herido tras un enfrentamiento con civiles armados.
El mismo 12 de junio, pero en Ciudad Juárez, Chihuahua, personas armadas irrumpieron por la fuerza en una vivienda en la colonia Parajes Oriente, donde asesinaron a un padre de familia y a su hija, una bebé de apenas 4 meses de edad.
Y el 8 de junio siete personas que se presumen eran todos integrantes de una familia fueron asesinados y sus cuerpos abandonados dentro de una fábrica ubicada en la localidad de Sierra Agua Prieta, municipio de Perote, en Veracruz.
Este mismo mes colectivos de madres buscadoras de desaparecidos también confirmaron el hallazgo de al menos 27 bolsas con restos humanos que estaban enterradas clandestinamente en la localidad de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Hasta el momento se desconoce el número de personas a la que corresponden los restos encontrados.
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