Por: Arturo Angel
Siete años después de concluido, el gobierno de Javier Duarte en Veracruz sigue acumulando investigaciones por desvíos de recursos. Esta vez la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó tres nuevas denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de su administración por desvíos que superan los dos mil 243 millones de pesos.
Los malos manejos se concentran en recursos que fueron transferidos al estado desde la federación en tres fondos: el Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM); el Fondo de Infraestructura Social para las Entidades (FISE); y el fondo de Aportaciones Públicas para la Seguridad Pública de los Estados (FASP).
En el caso del FAM los auditores concluyeron que existe un boquete de 1 mil 196 millones de pesos derivado, principalmente, de que la Secretaría de Finanzas de la entidad (Sefiplan) no transfirió el dinero que recibió a las dependencias y municipios para los que estaban destinados.
Por el contrario, la Sefiplan envió el dinero a otras cuentas bancarias sin que se haya comprobado cual fue su destino final, en que se invirtió el dinero o sin que el mismo fuera reintegrado con los intereses correspondientes.
Una situación idéntica fue detectada por los auditores en los recursos del FISE, donde la Sefiplan transfirió 775 millones 116 mil pesos que recibió a otras cuentas bancarias en las que se administraban otro tipo de recursos, sin que hasta la fecha exista constancia de en donde quedó todo ese dinero o de qué forma fue invertido.
“Del total pagado con el fondo, no se destinaron recursos para la atención de los grupos de población en condiciones sociales desfavorables, en virtud de que 99.9% de los recursos se transfirieron injustificadamente hacia otras cuentas bancarias sin atender los objetivos del fondo, por lo que no se contribuyó a la mejora de las condiciones de vida de la población más desprotegida del estado, ni para atender los servicios de infraestructura básicos” indica el informe de los auditores.
De la misma forma, en el caso de los recursos del FASP, la Auditoría identificó malos manejos por 272 millones 483 mil pesos. La mayoría de ese dinero, como ocurrió con los otros subsidios, fue transferido a cuentas bancarias ajenas a las autorizadas, sin que haya pruebas de cuál fue el destino final del dinero. Eso sumado a otras fallas en cuanto a recursos mal aplicados por servicios incompletos o inadecuados.
Un hoyo negro de más de 60 mil millones
La administración de Javier Duarte en Veracruz encabeza un record poco favorable: el de ser el gobierno que, a la fecha, ha dejado la mayor cantidad de recursos federales desviados o malversados: casi 61 mil millones de pesos que, hasta el día de hoy, ni aparecen ni han sido devueltos.
De hecho, no existe ningún otro fraude o caso de recursos desviados que supere a lo registrado por la administración de Duarte en Veracruz. De 2010 a 2016, periodo en que Duarte gobernó, la ASF ha documentado y denunciado ya ante al FGR 73 casos de potenciales fraudes al erario por recursos que, en definitiva, fueron desviados con fines ajenos a los que estaban destinados.
El desvío de recursos en Veracruz era sistemático, como se ha documentado en diversas investigaciones periodísticas. A través del uso de empresas fantasma se asignaban múltiples pagos y contratos por servicios que solo se simulaban en el papel, pero que no se llevaban a cabo en la realidad.
Hasta ahora la FGR ha iniciado procesos en contra de una decena de exfuncionarios de las secretarías de Finanzas de la entidad a partir de las denuncias que ha presentado la ASF, sin que hasta el momento se haya conseguido alguna sentencia. La enorme parte del dinero observado por los auditores sigue sin recuperarse.
Javier Duarte se encuentra encarcelado desde 2017 y cumpliendo una sentencia de 9 años de prisión por los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero, aunque por hechos distintos a los millonarios desvíos denunciados por los auditores.
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