Por: Arturo Ángel
Con el jersey del América en el pecho el auxiliar de la sala número 7 pidió a los asistentes ponerse de pie para iniciar la audiencia. El funcionario del Poder judicial capitalino venía de jugar con varios compañeros un partido de futbol y se quiso dejar la camiseta bien puesta. Además, ese día el equipo profesional del América disputaría un partido, el llamado “clásico joven”, en contra del Cruz Azul.
Que el auxiliar vistiera la camiseta del equipo en el que jugó por años Cuauhtémoc Blanco, actual gobernador de Morelos y acérrimo rival de la persona que estaba por ser acusada en la audiencia era una mera coincidencia. O tal vez no.
Lo usual es que los funcionarios judiciales, fiscales y abogados porten una vestimenta formal al participar en un evento tan relevante como una audiencia del sistema penal. Pero no hubo tiempo ni para ir por una camisa. A las autoridades capitalinas les urgía que arrancara la sesión antes de que el fiscal General de Morelos, Uriel Carmona, pudiera regresar a su casa.
Horas antes, un tribunal federal había concluido que era ilegal mantener privado de su libertad a Carmona en la Ciudad de México – y en cualquier otro lado – pues tenía un fuero que lo protegía. Un fuero que fiscales y jueces capitalinos violaron – según esa resolución – cuando lo procesaron y le impusieron una prisión preventiva por presuntas negligencias en la investigación del feminicidio de Ariadna Fernanda.
Así que, mientras los trámites corrían para que saliera del Reclusorio Sur, los fiscales trabajaron de forma exprés para presentar una nueva acusación por el mismo caso en contra de Carmona, y obtener una orden de aprehensión que permitiera detenerlo en cuanto pusiera un pie afuera del centro penitenciario. La prisa fue tal que la orden se giró en un tiempo récord de 14 minutos después de haber sido solicitada.
De lo que ya no dio tiempo es de que el auxiliar del juez se cambiara de ropa. El jersey del América estuvo frente a Carmona durante las casi dos horas de audiencia.
El reloj marcaba las 12:15pm del 2 de septiembre cuando el juez Júpiter López Ruiz dio por iniciada la sesión que, por cierto, se llevó a cabo sin representantes de los medios que atestiguaran lo que ahí dentro ocurrió.
No obstante, este periodista pudo revisar el video del Poder Judicial de la CDMX en torno a lo sucedido en esta audiencia y a continuación se detallan algunos de los puntos clave de lo ocurrido al interior de la sala número 7.
Pruebas, errores y discusiones
Iniciada la audiencia, los representantes de la Fiscalía de la Ciudad de México imputaron a Uriel Carmona por el mismo caso por el cual ya lo había procesado antes: el de haber actuado ilegalmente en la investigación del feminicidio de la joven Ariadna Fernanda “N”.
Durante 45 minutos los agentes del Ministerio Público José de Alba Tenorio y Ricardo Sánchez Ortiz expusieron el caso, por momentos, de forma atropellada. Y es que aun cuando durante toda la sesión leyeron los documentos que traían consigo, en al menos 20 ocasiones tuvieron equivocaciones o tartamudeos, así como confusiones con fechas de documentos.
Por ejemplo, uno de los fiscales llamó dos veces a Carmona como “fiscal general del Estado de México” en lugar de referirse a él como fiscal de Morelos. En la primera de ellas uno de los compañeros del fiscal le susurró el error y corrigió, pero en la segunda tuvo que ser el abogado de la defensa, Gabriel Regino, quien pidió que se corrigiera dicha equivocación.
Los tropezones de los fiscales eran notorios, pero el juez Júpiter decidió obviarlos o corregirlos el mismo. A diferencia de lo que ocurre en otras audiencias (federales o locales) no les llamó la atención por el hecho de que prácticamente leyeron – y no expusieron – todos los argumentos. Incluso, pese a que la defensa pidió que la imputación fuera repetida a detalle con todos los elementos previo al desglose de los datos de prueba, uno de los fiscales quiso saltarse las referencias precisas a varios documentos.
Lo anterior provocó la molestia de otro de los abogados de la defensa, José Manuel Salmerón, quien cuestionó al juez sobre la forma en como estaba llevando “el control” de la audiencia:
-Señoría creo que usted está supliendo las deficiencias de los fiscales. Si ellos no quieren hacerlo correctamente que no lo hagan, pero no puede usted estarlos llevando de la mano supliendo esa deficiencia técnica creo yo – replico el abogado defensor.
-Le voy a pedir que no me vuelva a interrumpir de esa manera. Yo dirijo la audiencia. Ya pedí que repitan bien los datos, pero no me vuelva a interrumpir. ¿Le queda claro? – respondió el juez a Salmerón visiblemente molesto.
-Si me queda claro, pero no sé porque estamos con un control de esta manera – cuestionó de nuevo el defensor.
En el desglose de los datos de prueba los fiscales refirieron varios de los ya expuestos en el primer caso por el cual se encuentra bajo proceso Carmona. Señalaron, por ejemplo, el testimonio de una perito que dijo haber sido amenazada por la jefa de servicios periciales de no informar sobre supuestas irregularidades en la necropsia de Ariadna.
También, como en la audiencia del primer caso, se hizo referencia a los testimonios de las víctimas indirectas que acusaban a Carmona de haber utilizado un lenguaje discriminatorio al abordar el referido feminicidio.
¿Cuál fue la diferencia entonces en este caso? La exposición de algunas pruebas nuevas. En concreto seis oficios girados y fechados entre febrero y marzo de 2023 por Luis Goytia Pacheco, secretario Ejecutivo de la Fiscalía General de Morelos, en los que pidió a la FGR prórrogas para entregar información que esta última le requería sobre el caso.
De acuerdo con los fiscales Carmona designó al referido funcionario como “enlace” con la FGR para incurrir en “prácticas dilatorias” o entorpecer la investigación abierta en contra de funcionarios de su fiscalía por el caso de Ariadna.
En ese contexto, pidieron al juez que se abriera un nuevo proceso en contra del fiscal de Morelos, pero ahora por el delito de encubrimiento por favorecimiento, previsto en el artículo 320 del Código Penal de la Ciudad de México. Un ilícito no grave que como máximo alcanza los cinco años de prisión.
Prisión preventiva ¿justificada?
La decisión de si Carmona es vinculado a proceso por este nuevo delito se tomará la tarde de hoy, luego de que los abogados defensores pidieron un plazo de 144 horas para presentar datos de prueba a su favor. No obstante, desde el sábado pasado el fiscal de Morelos ha permanecido en prisión y la noche de ayer fue trasladado, incluso, a un penal federal de máxima seguridad en el estado de México.
El juez Júpiter concedió la medida de prisión preventiva justificada luego de que los fiscales señalaron que esto era necesario para prevenir un riesgo de fuga o la integridad del caso. Argumentaron que ya era el segundo proceso penal que se buscaba iniciar en su contra, que tenía 7 domicilios distintos, que en su calidad de fiscal podría obstruir u obstaculizar las investigaciones, y que el delito que se le imputaba ameritaba una pena de hasta cinco años de cárcel.
Previamente los defensores intentaron exponer dos hechos: por un lado, que este era un caso que en realidad emanaba del mismo hecho (las presuntas negligencias en la investigación del feminicidio de Ariadna) y por lo tanto no eran dos procesos distintos; y por el otro que Carmona no podía quedar detenido pues gozaba de un fuero por su cargo, como ya lo había resuelto en un tribunal colegiado.
Sin embargo, el juez con un criterio formalista desestimó todo lo anterior al referir, básicamente, que dicho amparo y demás aseveraciones estaban relacionadas con un proceso inicia diverso y no con el nuevo que se pretendía iniciar.
Y aun cuando la defensa había solicitado que, en todo caso, se valorara la petición de aplicar algunas de las otras 13 medidas cautelares que contempla la ley y evitar con ello la más extrema, el juez Júpiter no hizo pronunciamiento sobre estas y se limitó a conceder la prisión que la fiscalía tanto quería.
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