Por: Arturo Ángel
En México hay casi 93 mil personas privadas de su libertad sin una sentencia. Se trata de gente encarcela, mujeres y hombres, sin que a través de una sentencia se haya probado que realmente cometieron algún delito. En proporción es más del 40 por ciento de toda la población penitenciaria del país.
La situación es particularmente grave en diez estados donde más de la mitad de la población en sus cárceles son personas en prisión preventiva, que están procesadas penalmente, pero sin una sentencia. De acuerdo con la Constitución se trata de personas que siguen siendo inocentes.
Esta semana la Corte Interamericana de Derechos Humanos sentenció a México por el uso abusivo de la figura de la prisión preventiva oficiosa o automática y el arraigo, y le instruyó al país tomar medidas para adecuar el marco normativo que permite el encarcelamiento automático de personas sin que se les haya probado primero delito alguno.
El ingreso de personas a reclusorios en nuestro país no es un fenómeno nuevo, pero se ha agravado en el actual sexenio tras las reformas implementadas por el gobierno, con el apoyo de la oposición, que ampliaron el catálogo de delitos por los cuales se pueden imponer prisiones preventivas oficiosas.
Datos oficiales del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS) de la Secretaría de Gobernación indican que hace cuatro años, en febrero de 2019, había 75 mil 322 personas presas en nuestro país sin sentencia. Pero para febrero de este 2023 dicha cifra asciende a 92 mil 845 personas.
Es decir: en este periodo ha crecido en casi 18 mil el total de personas privadas de su libertad en México sin que se les haya enjuiciado y sentenciado. Es un crecimiento a un ritmo de más de 4 mil personas legalmente inocentes encarceladas por año.
Las 92 mil 845 personas sometidas a prisión preventiva en México equivalen, actualmente, al 40.2 por ciento de la población penitenciaria total que asciende a 230 mil 730 internos. Dicho de una forma más simple: 4 de cada 10 personas que están presas en México no han tenido un juicio donde se pruebe, más allá de toda duda razonable, que cometieron un delito.
La situación para el caso de las mujeres es aún más grave. De las 13 mil 73 mujeres que están presas prácticamente la mitad, 6 mil 506, están privadas de su libertad sin haber recibido una sentencia. Porcentaje superior al de los hombres que es de 40 por ciento.
Los estados con más presos sin sentencia
Los datos oficiales con el corte a febrero de este año revelan que hay diez entidades federativas que albergan en sus cárceles locales más personas privadas de su libertad sin haber sido enjuiciadas y sentenciadas, que aquellas a las cuales ya se les impuso una condena.
El caso más grave es el de Tlaxcala donde el 71.3 por ciento de sus personas privadas de su libertad están en prisión preventiva, sin haber sido sentenciadas. Luego le sigue Quintana Roo donde el 64.5 por ciento de su población penitenciaria son mujeres y hombres que no han tenido un juicio.
Posteriormente hay tres entidades federativas donde el 61 por ciento de su población penitenciaria son mujeres y hombres en prisión preventiva: Veracruz, Jalisco y San Luis Potosí. Después se encuentra Puebla donde el 57.7 por ciento de la población penitenciaria está procesada pero no condenada; Coahuila con un 54.3 por ciento; Oaxaca con 53.5 por ciento; y Chiapas y Michoacán con un 52 por ciento.
Por el contrario, hay una entidad federativa, Campeche, donde solo el 26.1 por ciento de su población penitenciaria está presa sin sentencia. Mientras que en Ciudad de México el porcentaje es similar: de solo 27.5 por ciento.
En números absolutos la entidad federativa con más personas privadas de su libertad de forma preventiva es el estado de México, con un total de 11 mil 602, que equivale al 33.2 por ciento de su población penitenciaria total que asciende a 34 mil 956.
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