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Desaparición forzada en México y “El Estado Ausente”

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Nuestro país enfrenta una crisis de desaparición forzada desde hace décadas, la cual incremento en 2006 y, a pesar de que desde noviembre de 2017 contamos con una ley que tiene por objeto esclarecer los hechos, prevenir, investigar, sancionar y erradicar delitos en materia de desaparición forzada de personas y desaparición cometida por particulares, la cual entro en vigor en 2018, nos enfrentamos a un sinfín de limitantes que han impedido al Estado controlar este delito y por ende, devolver a miles de familias por lo menos, restos humanos de sus seres queridos, con la incertidumbre de donde podrán estar.

Cabe destacar que este delito es considerado de lesa humanidad, lo cual pone en la mira internacional a nuestro país, por violaciones a derechos humanos, de acuerdo con el RNPDNO (Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas), México al mes de octubre de 2025, registra un total de 133,721 personas desaparecidas y no localizadas. Lo anterior demuestra que estadísticamente en nuestro país desaparecen entre 14 y 16 personas por día. Se debe agregar que los estados con más casos registrados sobre desapariciones forzadas son Jalisco, Tamaulipas, Estado de México, Sinaloa, Guerrero, Colima y Veracruz.

Por otro lado, las instituciones se ven limitadas en coadyuvar entre sí, con el argumento de “resguardar” la información de estas investigaciones, se pierde tiempo y a su vez indicios de relevancia para dar con el paradero de personas desaparecidas, los trámites burocráticos de cada institución vuelven tardíos los procesos de búsqueda, lo cual representa una barrera para las víctimas de este delito. Lo anterior también impacta en las víctimas indirectas que, aunado al duelo interminable que viven no tienen más opción que quedar a la espera de que instituciones se coordinen entre sí, para aportarles cualquier dato sobre los avances de las investigaciones o bien crear los ya conocidos “colectivos de búsqueda de personas desaparecidas”, que terminan aportando la poca información que se integra a cada carpeta de investigación y que es importante resaltar, eso es trabajo de las fiscalías.

Cabe señalar que la violencia contra estos colectivos, por grupos delictivos, se vuelve cada vez más latente, sin que exista política pública encaminada a la protección de los derechos humanos de este grupo de personas, se tiene registro de al menos 27 buscadoras privadas de la vida y me permito mencionar a Juan Carlos Tercero Aley, antropólogo forense, quien, como miles de personas, no ha vuelto a casa y del cual también se desconoce su paradero. La situación de desapariciones es muy alarmante, de modo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) solicita al Estado Mexicano, a través del comité de desaparición forzada (CED), información sobre la problemática de este delito, pero ¿cuál es la función de este comité?, pues bien, es el órgano de expertos independientes encargado de supervisar la aplicación de la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas por los Estados parte.

De conformidad con el artículo 34 de la Convención, el comité podrá, tras haber solicitado toda la información pertinente sobre la situación en el Estado parte, llevar con carácter urgente a la consideración de la Asamblea General de las Naciones Unidas, por medio del Secretario General, la práctica generalizada o sistemática, de la desaparición forzada comprendida en el ámbito del artículo 5 en el territorio bajo la jurisdicción del Estado parte.

De ahí que, en el mes de septiembre de 2025, México tenía que haber enviado información que se le solicito referente a la problemática en cuestión, sin embargo, se mantiene a la defensiva de este señalamiento y rechaza las afirmaciones de este delito, rechaza que este crimen ha rebasado la capacidad de sus autoridades, como también rechaza que ha dejado a sus habitantes en un estado de indefensión. Rechaza que vivimos en un país gobernado por la delincuencia sin tener una estrategia de prevención, rechaza toda su responsabilidad e indiferencia no solo en este delito, sino en cualquier otro.

Pero, sobre todo sigue sin aceptar que la delincuencia nos ha doblegado, la problemática va más allá de simples estadísticas, pues mientras las fiscalías encargadas de investigar no estén dotadas de la infraestructura necesaria y continúen careciendo de personal capacitado y especializado en desaparición forzada, nos encontramos lejos de erradicar la inseguridad. Si bien contamos con una ley en esta materia que los últimos años ha demostrado tener carencias, un protocolo homologado de búsqueda que no ha sido eficiente, un Sistema Nacional de Búsqueda, que sigue sin cumplir su objetivo, que es diseñar y evaluar políticas públicas y procedimientos para la búsqueda, localización e identificación de personas, aun con todo esto, no ha sido posible disminuir estos crímenes.

Resulta inverosímil que el Sistema Nacional de Búsqueda, conformado por (SEGOB), (SRE), (CNB), Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, así como Comisiones Locales de Búsqueda, es decir, una por cada entidad y todo un marco jurídico, pues bien; los ya mencionados no han logrado detectar el origen de nuestro tema en cuestión y tampoco han propuesto algún programa de prevención.

Desaparecer en nuestro país, se ha vuelto algo cotidiano y lejos de politizar el delito, diversos sexenios no han logrado erradicar el tema de la desaparición forzada y esto es por una sola razón: TENEMOS UN ESTADO AUSENTE, indiferente ante crímenes que organizaciones mundiales desde el año 2014 ya le habían alertado a México para que erradicara, es increíble que el Estado no reconozca que estamos atravesando una crisis forense, porque solo en nuestro país un tráiler repleto de cadáveres sin identificar fue olvidado y con él; también olvidados los restos humanos que transportaba, que aunque autoridades se nieguen a aceptar, difícilmente esos restos podrán ser devueltos a sus familias por el avanzado estado de putrefacción, y como este varios casos; de los cuales el Estado seguirá negando e intentando ocultar.

Es urgente que autoridades implementen políticas para prevenir este delito, es urgente que capaciten a personal encargado de este tema tan delicado que con aquiescencia del Estado han contribuido a que aumenten las desapariciones, puesto que con su indiferencia y nula capacidad para abordar la problemática se han vuelto cómplices de la delincuencia al ser omisos, es urgente que se dé celeridad a todos y cada uno de los casos de desaparición forzada, esto no ha sido posible porque instituciones cuentan con limitado personal, porque fiscalías, en quienes recae la labor más importante que es investigar, en todos los sentidos carece de recursos para realizar investigaciones dignas, es urgente que detecten y trabajen en las deficiencias que tienen sus “fiscalías especializadas en desaparición forzada”, y para ser precisos la de la Ciudad de México, tiene más de 5 años que fue creada, misma que presenta decenas de denuncias por omisión y malas prácticas de su personal, es urgente que autoridades se coordinen entre sí para evitar hacer tardíos los procesos de búsqueda, su falta de organización es la que tiene a nuestro país repleto de fosas clandestinas.

Reiteramos que es urgente tener una empatía colectiva, que de manera indirecta, la indiferencia de la sociedad y la revictimización en este tema, ha contribuido a que las desapariciones vayan en aumento, dejemos de señalar la desaparición forzada como un fenómeno relacionado directamente con la delincuencia organizada y aceptemos que ya es una PROBLEMÁTICA GENERALIZADA, que ya no únicamente atañe a personas recluidas voluntaria o involuntariamente en el crimen organizado, empecemos por entender y aceptar que cualquiera de nosotros en cualquier parte de nuestro país podemos ser víctimas de este delito, sin tener alguna relación con la delincuencia.

Así mismo esperamos que todas y cada una de las personas desaparecidas regresen con sus seres queridos, esperamos que no se tengan que formar más colectivos de búsqueda, esperamos que cada madre, padre, hermanos e hijos y cualquier persona buscadora, logre encontrar a sus seres queridos, esperamos que de manera urgente nuestras autoridades no hagan caso omiso a señalamientos de organismos internacionales, pero, sobre todo, esperamos que a la brevedad se le dé una solución a esta problemática.

Gracias a quienes hacen posible este espacio donde podemos plasmar nuestros criterios, gracias a cada madre buscadora que busca a todos y gracias a ti; por tomarte el tiempo de leer estas líneas.

Yesenia Macías Herrera. Perito en criminalística

 

 

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