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El avance y los retos en la búsqueda de personas desaparecidas en México

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El trabajo de las fiscalías encargadas de investigar los delitos de desaparición forzada y cometidos por particulares se encuentra sobrepasado por la cantidad de casos y temas que deben abordar, y la insuficiencia de servicios médico forenses impide que se logren los resultados deseados. Sin embargo, México está avanzando en el tema de desaparición, con iniciativas como la capacitación permanente, la especialización y la investigación para buscar a los desaparecidos. Si bien algunos consideran que el progreso es lento, es importante destacar que hace unos años se sabía muy poco sobre este tema en el país.

El informe del Comité contra las Desapariciones Forzadas sobre su visita a México destaca los avances institucionales, como la creación de centros y unidades dedicados a la identificación humana en diversas localidades del país.

Para entender estos avances es necesario conocer el proceso que los llevó a cabo desde la perspectiva de las instituciones, comisiones y colectivos de familiares de desaparecidos. De lo contrario, se ignorarían los retos que aún enfrenta la sociedad y sería difícil prever el futuro.

Los Centros y Unidades de Identificación Humana han comenzado a obtener resultados gracias al trabajo conjunto de las personas y autoridades encargadas de la búsqueda e investigación de fosas clandestinas y lugares de inhumación ilegal.

Desde hace varios años, fiscalías, servicios periciales, comisiones de búsqueda, universidades y colectivos de familiares han trabajado en el modelo de Bioarqueología aplicado a contextos forenses. Esta ciencia se encarga de estudiar los restos óseos humanos recuperados en sitios arqueológicos y proporciona información directa para su análisis.

Este modelo creativo e innovador aplica, entre otros, los siguientes conceptos: 1. El recorrido de la superficie. 2. La intervención de especialidades periciales como: Arqueología, Geología, Antropología Física y Cultural. 3. Uso de tecnología: Georadar, revestimiento, estación total. 4. Uso de tecnología complementaria: Resistencia Eléctrica (Resistivímetro) 5. Levantamiento topográfico del terreno. 5. Acompañamiento psicosocial a los familiares de desaparecidos.

Es esencial realizar un recorrido del lugar en compañía del equipo de búsqueda, víctimas indirectas, familiares, representantes de colectivos y todas aquellas personas con un interés legítimo en la búsqueda. Durante este recorrido, la observación es una herramienta clave para detectar las alteraciones o anomalías evidentes en el terreno que se va a prospectar, como depresiones, elevaciones, perturbaciones del suelo y crecimiento diferencial de la vegetación, entre otras.

Su identificación se hace a través del “barrido” de la zona y el establecimiento de rutas de sondeo que suelen orientarse de norte a sur y de oriente a poniente; las observaciones se realizan en un ángulo de 180°. Conforme aparecen los probables indicios, se marcan y se registran, así como los objetos que no tengan relación aparente con el hecho; según el avance de la investigación, estos serán integrados o descartados durante los análisis en laboratorio.

El Arqueólogo Forense utiliza técnicas geofísicas de prospección que optimizan la búsqueda de fosas clandestinas, por lo que se apoyan en el geólogo, quien se encarga de aplicar las técnicas geofísicas, las cuales se dividen en dos grupos: técnicas pasivas que sólo miden la variación de las propiedades y las técnicas activas que producen alteración y miden el comportamiento del terreno en estas condiciones.

Estas últimas, como el caso del Georadar (GPR) o Radar de Penetración, cuya resolución es excelente y con alta probabilidad de resultados sobre concreto, su mayor defecto, que el terreno debe ser plano y sin ningún tipo de ondulación y la Resistividad Eléctrica. Es importante contar con un Geólogo Forense, para realizar un análisis de la estratigrafía y las manchas del suelo presentes en la ropa y calzado de la víctima.

La Resistencia Eléctrica, por su parte, es un método muy común. La técnica está basada en el principio de “cuanta más humedad tenga el suelo ofrecerá menor resistencia a la corriente eléctrica”. Es muy efectiva en zanjas, canteras de rocas sedimentarias de color blanco, porosa y blanda, así como en las construcciones manufacturadas con barro.

La aplicación de dos o más técnicas geofísicas constituye una potente herramienta para la ubicación de sitios de inhumación clandestina de restos óseos humanos y la aplicación de forma integral de las mismas aumenta de forma exponencial los hallazgos.

No pasa de largo la Antropología Física, cuyo objetivo principal es la individualización del sujeto en estudio y la Antropología Cultural, la cual se encarga de auxiliar al psicólogo forense en la interpretación de la conducta del victimario tal y como se evidencia en el lugar de los hechos o hallazgo. Con los conocimientos sobre concepciones culturales, sobre la muerte, los rituales funerarios y la muerte en contextos rituales se puede saber mucho acerca de las prácticas culturales de una entidad y, por ende, la agrupación de casos.

El acompañamiento psicosocial a los familiares de los desaparecidos, durante las búsquedas, resulta fundamental. La creación de espacios de comprensión mutua entre autoridades y víctimas indirectas genera acciones para trabajar en armonía y escuchando las voces de todos los involucrados en la búsqueda.

Las diligencias de este modelo residen en tres etapas: el recorrido sobre el terreno a ser prospectado, esto incluye el estudio documental previo y de campo del panorama en general; la prospección arqueológica mediante aparatos de alta precisión para detección de anomalías que pudieran constituir fosas clandestinas y la excavación en los lugares donde se detectaron anomalías en el subsuelo.

El modelo de Bioarqueología da cabida a que cada experto aporte información especializada acerca del hecho que se investiga y, de esta forma, obtener resultados más concretos, lógicos y fáciles de interpretar.

Los resultados de este modelo forman los hallazgos forenses que hoy se encuentran en los Centros y Unidades de Identificación Humana. ¿Qué hace falta entonces para obtener mayores resultados? Ya que es real que existe rezago en cuanto al procesamiento de los hallazgos periciales, es decir, existen localización de fosas, pero pocas confrontas positivas con los casos de desaparición reportados.

Para evitar que se continúe en este “impase” de resultados, es importante que los servidores públicos y familiares de los desaparecidos tomen en cuenta que, previo a toda búsqueda de fosas, se debe investigar los procesos de su conformación y utilizar a la investigación como el termómetro que alerte no sólo la existencia de restos en un punto determinado, sino que esta determine de forma previa la hipótesis y línea de investigación a dilucidar.

Otra fórmula para la obtención de buenos resultados lo es la incorporación de grupos independientes de expertos y la participación de los familiares de desaparecidos en mesas de trabajo, ya que esto otorga mayor autonomía política a las investigaciones y las dota de imparcialidad. Este tipo de reuniones deberán efectuarse previo al inicio de las excavaciones.

Es fundamental reconocer y generalizar los esfuerzos claves como el impulso a la investigación, la búsqueda y la reparación, así como la creación de espacios de diálogo con las víctimas. México se encuentra en un momento crucial en la búsqueda e identificación de personas desaparecidas, lo que representa una gran complejidad, ya que la capacidad de las fiscalías, a nivel local o federal, es insuficiente para atender tantos casos. Sin embargo, se puede cambiar la forma en que se realizan las investigaciones, aunque -por el momento- no se pueda reestructurar la capacidad de las fiscalías.

 

Mtra. Karla Bautista Salinas

Licenciada en Derecho por la Universidad Tecnológica de México; Maestrante en Derecho por la Barra Nacional de Abogados. Agente del Ministerio Público de la Federación, certificada en Desaparición Forzada de Personas. INACIPE.

 

Fuentes de información.

Informe de visita a MX del Cómite contra la Desaparición Forzada.

Fundamentos de Antropología Forense. Técnicas de prospección, Exhumación y análisis de restos óseos en Casos Forenses. Israel Lara. Colección Científica No. 543 INAH, México.

La arqueología en contextos forenses. Jorge Arturo Talavera González, Silvia Teresa Días de la Cruz, Martha Patricia Valadez Sanabria. Revista INAH.

Metodología para la Búsqueda de las fosas a partir de la interpretación de anomalías en los datos obtenidos mediante la aplicación geofísica de alta resolución. Tesis. Carlos Martín Molina Gallego. Universidad de Colombia.

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