Ricardo Peralta
Es la enorme fortaleza que nos une a través de la cultura mexicana, de donde surgen todas las emociones y pasiones que enaltecen nuestra geografía política.
El ser humano como centro del universo fue uno de los conceptos más antiguos del que se tenga registro en la antigua Grecia y Roma del siglo XIV. Han habido diversas manifestaciones que la historia de la civilización ha definido y descrito en diversas épocas. También así coincidieron filósofos contemporáneos como Jean Paul Sartre, Fromm o Erasmo de Rotterdam.
En todos los casos el humanismo se refiere al origen y fin de la prioridad del ser humano por encima de todo, pero no podemos confundir al humanismo renacentista con el existencialista. La proliferación de los escritos masivos a través del invento de la imprenta en la mitad del siglo XIII, hizo que el humanismo se distribuyera en los principales centros de estudio donde ha venido evolucionando su concepción muy ligada a la libertad de pensar, hacer y su cercanía con el gran creador.
Dentro de las muchas características del humanismo clásico se enaltece la necesidad de la dignidad humana inteligente e independiente, donde el entendimiento de la presencia del hombre da la capacidad de reconciliar posturas ideológicas opuestas, buscando en todo momento la transformación del pensamiento desde el punto de vista crítico y propositivo. La aportación del humanismo al mundo radica primordialmente en la recuperación del hábito del conocimiento, la prioridad de la educación y de acceso universal a ésta, y la apreciación del arte y la cultura en todas sus expresiones.
La construcción filosófica y sociológica del humanismo mexicano es un reto que puede ser motivo de ensayos, análisis profundos, tesis profesionales y una materia interesante por desarrollar. El humanismo mexicano, propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sin duda tiene su origen en el inicio de los tiempos de los pueblos prehispánicos, la influencia entre ellos y su convivencia con el territorio que habitaban, la construcción de las primeras sociedades, su comunicación, su propia expansión política a otras regiones diferentes, su influencia incluso en territorios que hoy son parte de otros países, el desarrollo de la lengua, la gastronomía, la cultura, la guerra, la tecnología, la ciencia, entre ellas la medicina y la astronomía posteriormente, y mucho más el muy violento choque de culturas con la invasión colonizadora española.
No fue un mestizaje, fueron cientos o miles de mestizajes en las distintas regiones de nuestro país, una mezcla única en el mundo que otorga siglos después la calidad de mexicano. El humanismo mexicano entonces, ¿qué es? Es la suma desde entonces hasta el día de hoy, de las tragedias, la sangre, las guerras, las enfermedades importadas y endémicas, las traiciones, pero también y principalmente la enorme fortaleza que nos une a través de la cultura mexicana, de donde surgen todas las emociones, pasiones que enaltecen nuestra geografía política y territorios donde las características físicas, los acentos, las creencias, las orientaciones políticas, el nivel económico, el desarrollo urbano, agropecuario, y tantos factores más, son elementos entre muchos otros para tomar en consideración y así dar una descripción técnica y real de la raza cósmica.
Lo que somos, cómo lo transmitimos y el legado a la humanidad por parte del pueblo mexicano, eso sería en términos muy generales el humanismo mexicano, en una opinión muy particular entendiendo que falta mucho por escribir sobre el tema.