La criminología es una ciencia que se ocupa de estudiar el delito desde diferentes puntos de vista, usando conocimientos de otras disciplinas como la sociología, la psicología y el derecho. Su finalidad es comprender y explicar las causas, las características, las consecuencias y las formas de prevenir y controlar el comportamiento criminal, así como analizar el papel de las víctimas, los delincuentes y las instituciones de justicia en la sociedad.
Está ciencia forense, empezó a ganar popularidad a finales del siglo XIX, con la influencia de las teorías positivistas de Lombroso, Ferri y Garofalo, que decían que había un tipo de criminal determinado por factores biológicos y sociales. Pero en el siglo XX, la criminología mexicana fue evolucionando y adoptando nuevas teorías, como la escuela sociológica, la escuela de Chicago, la criminología crítica, la criminología cultural, la victimología, la prevención situacional, entre otras.
Hoy día, en el siglo XXI, la criminología en México tiene varios retos y desafíos, tanto en el ámbito académico como en el profesional y social. Por mencionar algunos ejemplos: la falta de regulación y homologación de los planes de estudio, la poca inserción laboral y reconocimiento social de los criminólogos, la confusión con la criminalística y otras disciplinas forenses, la influencia de los medios de comunicación y la opinión pública en la percepción del delito, la violencia y la inseguridad, la necesidad de hacer investigación científica de calidad y pertinente, la colaboración interdisciplinaria e interinstitucional, la ética y la responsabilidad social de los criminólogos.
A pesar de estos retos, la criminología en nuestro país también tiene oportunidades y potencialidades, como el desarrollo de áreas específicas que traten los fenómenos delictivos actuales, como la criminología corporativa, la criminología económica, la criminología ambiental, o la criminología de género. De igual forma tiene la posibilidad de aportar a la formulación e implementación de políticas públicas basadas en la evidencia, la prevención del delito, la protección de los derechos humanos, la reinserción social, la justicia restaurativa, la mediación y la conciliación, de la mano con la política criminal.
En este país, la criminología aún se considera una ciencia joven, en demasía dinámica y diversa, que tiene el compromiso social y científico de adaptarse a las demandas y los cambios de la sociedad, además de continuar constantemente generando conocimiento y propuestas que ayuden a resolver los problemas de la criminalidad, la violencia y la inseguridad en el país.
