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Desaparecer en México. Parte II

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En la víspera de la conmemoración del 30 de agosto Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas

  1. Panorama

Inicio agradeciendo a quienes se han tomado el tiempo de leer las columnas anteriores y agradezco su molestia de pedirme esta continuación para abordar una de las fuentes reales del Derecho Penal que demanda toda la atención de las ciencias penales, no sólo en el ámbito teórico, sino con toda urgencia en el práctico. El problema de las desapariciones en México, ya sea que el sujeto activo sea de naturaleza pública o privada, es una constante con la que miles de personas lidian a diario, de forma directa buscando a alguien o sufriendo a diario por la ausencia de esa persona. Cuestionar las dimensiones del problema no es excusa para atenderlo, la sola desaparición de un ser humano cuestiona las bases para hablar de un Estado de Derecho, ni hablar de los demás calificativos que se pudieran añadir como son “Social” o “Democrático”, porque un Estado donde no se respetan las garantías y derechos elementales, donde un día estas y al otro no, debe replantearse la ruta que ha seguido a fin de dirigirse efectivamente a los fines para los que fue creados por la voluntad de toda su población.

  1. Dedicarse a buscar

En el presente, el arquetipo de la mujer dedicada al cuidado de la familia, cobra una nueva dimensión ante la oscuridad donde nos sume la impunidad y esa función de “cuidar a la familia” se extrapola, ahora también debe “procurar justicia” para sus víctimas y salir a buscar a los integrantes de la familia, quienes un día no regresaron. No se trata de casos aislados, excepcionales o que obedecen a hechos particularizados, la desaparición de personas es permanente en México desde hace décadas y aventurarse a precisar su origen y sus momentos de mayor gravedad con toda exactitud en algún sexenio determinado, seria negligente de mi parte, lo cierto es que todos los gobiernos han fallado en dar una respuesta eficaz y eficiente al fenómeno delictivo de la desaparición.

Frente a una autoridad que no reacciona, entre otros motivos porque: geográficamente, no hay una instancia accesible ante la cual acudir a denunciar; carece de conocimiento suficiente para escuchar los hechos y encuadrarlos en algún supuesto; le falta empatía y se muestra insensible a las palabras de la ciudadanía; actúa con miedo por amenazas ocultas de agentes criminales; simplemente, no sabe cómo proceder cuando hay una desaparición. Frente a una autoridad que simplemente no reacciona, alguien debe buscar la justicia: una madre que busca a sus hijos, una hija que busca a su papá, una tía que se quedo con sus sobrinos mientras busca a su hermana, quien salió a trabajar y no regresó; las mujeres no tuvieron otra opción que tomar palas, sombreros para el sol, fotocopias con fotografías de sus familiares para salir a buscar, en muchas ocasiones con la mera intuición, pero, con una voluntad inquebrantable -que la autoridad no tuvo-, iniciaron su búsqueda y poco a poco, su conocimiento, técnica y empeño comenzó a dar resultados.

Con una voluntad de hierro y sin miedo a las consecuencias, primero solas y luego sumando aliadas, en este mismo momento en México, alguna mujer cansada de la indolencia de las autoridades o, mejor dicho, víctima también de un sistema que a veces provee impunidad y no justicia, se decide emprender acciones y a buscar verdad y justicia; se va uniendo a otras mujeres que también buscan y se alegran igualmente cuando localizan al hijo de una, como si localizarán al hijo de todas.

El tiempo les ha traído a las “madres buscadoras” nuevas alianzas, quienes les apoyan con herramientas para excavar, con alimentos o agua para tomar; incluso con capacitaciones que les permiten convertirse en auténticas criminalísticas, quienes antes de dichas capacitaciones, ya habían desarrollado su propia metodología de investigación para buscar, rastrear y examinar fosas clandestinas; guardar registros y dibujos de los tatuajes o características físicas de los cadáveres para identificarles en algún momento; todo lo anterior, con la pericia que no muestran algunas autoridades.

III. El paradigma del “Estado Social y Democrático de Derecho”

Existirá una afectación peor al paradigma del “Estado Social y Democrático de Derecho” que, un Estado donde su elemento humano, en un momento esta presente y en otro no, como si jamás hubiese existido la persona.

La democracia no es ese dispendio de dinero que se destina al aparato electoral, es un modo de ser del Estado donde su elemento humano, es decir, donde los seres humanos se reconocen igual dignidad y alcanzan el desarrollo que deciden en cada una de las facetas de su vida garantizado por una autoridad. En un Estado Social y Democrático de Derecho no desaparecen los seres humanos. La situación resulta vergonzosa cuando el Estado reconoce y acepta el problema y da como respuesta un organismo dedicado a atender el fenómeno y dicha entidad pública ni previene el fenómeno delictivo, ni localiza personas; en otras palabras, no funciona.

El fenómeno delictivo de la desaparición nos recuerda que, para encontrar soluciones, no basta la norma jurídico penal, la norma no es mágica, se suman a ella las demás ciencias penales para encontrar una solución integral al problema. Se debe contar con una política criminal que prevenga antes de sancionar, sean los sujetos activos particulares o agentes estatales.

Las madres buscadoras no solo “cuidan a su familia”, la buscan y, buscan justicia y verdad. Sin pretenderlo, acaban tomando en sus manos la procuración de justicia y viven en un peligro constante, con la única protección que les garantiza cubrir su rostro. Cada día salen a buscar con la esperanza de localizar a alguien y “pidiéndole a Dios” no ser “levantadas”, como ya les ocurrió a varias.

  1. La respuesta estatal

Como ya había comentado en la entrega anterior, en mayo de 2022 se publicó la reforma a la “Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas” (Ley), la cual entre otras aspectos previó la creación del “Centro Nacional de Identificación Humana” (Centro); en ese momento el desafío era que iniciará funciones dentro del plazo de 90 días que le dio uno de sus artículos transitorios, nadie se imaginaria era que el verdadero desafío a vencer sería, justamente, mantenerse funcionando; pero, a inicios de este año, una serie de publicaciones dieron cuenta de la suspensión de sus actividades o, por lo menos, su reducción al mínimo funcionamiento. Sí, sin explicación alguna, sin razón aparente el centro se detuvo, se redujo considerablemente el personal, incluso aquel sumamente especializado y capacitado; se detuvieron las gestiones para ocupar terreno donde se ubica y las autoridades hicieron oídos sordos a las protestas.

Luego, una nueva reforma acaeció sobre la Ley, el 1º de abril de 2024, para destacar el derecho a la memoria de las personas desaparecidas; sin embargo, del cierre del Centro no se dijo nada.

  1. Mensaje final

Sirva mi columna de esta quincena en Notitia Criminis, para reconocer a quienes se dedican a buscar a quienes desaparecieron; a quienes buscan no solo a sus familiares, sino a los de todos; a las “MADRES BUSCADORAS”.

A quienes desde su “expertise” también ayudan a “buscar”: desde la academia, como lo hace Karina Ansolabehere o desde el servicio público como lo hizo Karla I. Quintana Osuna, o desde el arte, como lo filmó la directora Teodora Ana Mihai en “La Civil”.

Nuevamente, gracias por tomarte el tiempo de leer.

  1. Fuentes consultadas

[1] Véase: Pérez, Wendy Selene, “El desmantelamiento del Centro Nacional de Identificación deja en vilo a cientos de familiares: ‘Todo se fue por el caño’”, en EL PAÍS, México, 19/02/2024, [en línea] <<https://elpais.com/mexico/2024-02-20/el-desmantelamiento-del-centro-nacional-de-identificacion-deja-en-vilo-a-cientos-de-familiares-todo-se-fue-por-el-cano.html>>; Xantomila, Jessica y Sánchez, Arturo, “Suspenden de facto labores del Centro Nacional de Identificación Humana”, en La Jornada, México, 05/02/2024, [en línea] <<https://www.jornada.com.mx/2024/02/05/politica/012n1pol>>; Nochebuena, Marcela, “ONU ordena a México reactivar Centro Nacional de Identificación Humana, tras denuncias por desmantelamiento de la institución”, en Animal Político, 22/02/2024, [en línea] <<https://animalpolitico.com/politica/centro-nacional-identificacion-humana-onu-mexico>>; Cruz, Daniel, “Regresa CNB tareas de identificación forense a las fiscalías; rompen con ruta creada este sexenio”, en A dónde van los desaparecidos, 18/04/2024, [en línea] <<https://adondevanlosdesaparecidos.org/2024/04/18/regresa-cnb-tareas-de-identificacion-forense-a-las-fiscalias-rompen-con-ruta-creada-este-sexenio/>>; Brito, Jaime Luis, “Familiares de desaparecidos protestan contra el cierre del Centro de Identificación Humana” en Rev. Proceso, 20/04/2024, [en línea] <<https://www.proceso.com.mx/nacional/estados/2024/4/20/familiares-de-desaparecidos-protestan-contra-el-cierre-del-centro-de-identificacion-humana-327576.html>>.

Alberto Francisco Garduño. Abogado fintech en “Pagés Abogados” y profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM. Mis líneas de investigación son: teoría del delito, derecho de ejecución penal, derecho económico y derecho antidiscriminatorio.

X: @albertofco9

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