MMC fue un acrónimo que aprendí en mis años de estudiante en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México: “Mientras Me Caso”, me costaba trabajo pensar que en pleno año 2004 se usaba ese calificativo para las mujeres estudiantes de la carrera, y es que la historia de las mujeres en la ciencia del Derecho en nuestro país tiene narrativas dignas de mencionarse y más hoy en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
La primera narrativa sin duda debe referirse a María Asunción Sandoval de Zarco, mujer con respecto a quien los periódicos publicaron “su corta edad de 22 años y su agradable presencia e inteligencia al sustentar su examen profesional” , pues fue en el año de 1898 cuando se convirtió en la primer abogada de México.
Egresada de la entonces Escuela Nacional de Jurisprudencia, tuvo que enfrentarse a las críticas de los profesores que llegaron incluso a afirmar que enfrentaban “pena por tener que consentir en un absurdo: el de enseñar derecho a una mujer” .
Su tesis de grado se tituló “Derechos del Hombre como base de la unidad de legislación en el derecho civil” y la defendió impecablemente nada menos que ante, (entre otros abogados) el aquél entonces Procurador General de la Nación, Eduardo Ruiz.
Siendo pasante aún, logró demostrar la inocencia de una mujer que compareció ante el jurado popular, acusada de un homicidio perpetuado en la persona de su amante, lo que la hace en efecto la primer penalista de México, sin embargo “por ser mujer se vio forzada a estudiar derecho civil” .
Rompiendo el orden cronológico, nos permitimos mencionar enseguida de María Asunción Sandoval de Zarco, a varias mujeres que tienen o han tenido labor destacada en la materia penal en México, así podemos referirnos a Socorro Flores Liera, como la primer mujer mexicana en ser Magistrada de la Corte Penal Internacional; fue también integrante de la delegación mexicana encargada de negociar el Estatuto de Roma, tanto en los Comités Preparatorios como en la Conferencia de Roma y, entre 2006 y 2007, fue Jefa de la Oficina de la Corte Penal Internacional ante la Organización de las Naciones Unidas.
Y en tratándose de primeras ocasiones en que ocupa un cargo una mujer destáquese también a Victoria Adato Green, primer Procuradora del Distrito Federal, así como a la primer Procuradora de Chihuahua, Patricia González Rodríguez.
Sin duda no es nuestra intención omitir a mujeres que dedican su vida a las actividades en el Derecho Penal en México, ni muchos menos insinuar que si no he tenido la dicha de conocerles no sea reconocida su labor, por el contrario, sirvan estas líneas como invitación para compilar las aportaciones destacadas de quienes aquí no figuran, pues debe señalarse que hay poco trabajo en la materia, y que es justo este espacio “Notitia Criminis” un sitio precursor en su ramo que nos permite acercarnos a opiniones destacadas de mujeres penalistas de México. En otros países se han publicado obras dedicadas a destacar la labor de mujeres que han optado por el Derecho Punitivo como su especialidad y deberíamos emularles.
Empero, permítaseme mencionar a aquellas penalistas que el aprendizaje y el ejercicio de la profesión me han dotado de la fortuna de conocerles e incluso trabajar con ellas. La primera, volviendo al orden cronológico, es mi Maestra Griselda Amuchategui Requena, sinodal de mi examen profesional, que me planteó un caso aquel día inolvidable y me dijo “eres la defensa, qué harías” y enseguida de contestarle, me dijo “muy bien, ahora vas por la víctima, qué harías” … desde entonces heredé esa forma de analizar los casos, desde las dos ópticas para prever complicaciones.
Verónica Román Quiroz sin duda debe ser mencionada, además de ser una mujer llena de luz y alegría, tiene una mente privilegiada capaz de llenar diagramas enormes que dotan de claridad, a lo que con dominio absoluto del Derecho Penal nos transmite a quienes tenemos el privilegio de aprenderle.
Emma Mendoza Bremauntz, brillante penalista que en la clase de “Adolescentes en conflicto con la ley penal” nos abrió camino para hacer práctica forense y visitar San Fernando, hablar con menores que se sabían castigados y se sentían rechazados fue una experiencia que me dio otra visión del Derecho Penal, gran legado nos dejó.
Ya encaminados al tema de Práctica Forense cómo no mencionar a Margarita Guerra Tejada, que el día del niño nos llevó regalos a todos en clase, pero ella quizá no supo que el mejor regalo fue cada cátedra donde lo menos que nos hizo reflexionar fue “el penalista debe saber de todas las ramas de Derechos, si lo sabré yo que mi primer caso fue un fraude con un título de crédito”. Y ahora que escribo “el penalista” y no “la penalista”, no puedo dejar de mencionar a mi amiga Isabel Martínez Álvarez, con quien quizá tenemos alguna discrepancia sobre el lenguaje inclusivo, pero no debemos dejar de analizar su obra escrita sobre temas apasionantes del Derecho Penal; por ella conocí a Elenka Tapia Mendoza, brillante jurista que además es Psicóloga y tiene labor destacada en temas penitenciarios.
Ya en el ámbito laboral (aunque una sigue aprendiendo de ellas), debo mencionar a Irene Herrerías Guerra, primer Titular de Províctima y tantos otros cargos que ha ocupado aportando al país su conocimiento; mi admirada y adorada Dilcya García Espinosa de los Monteros, a quien le aprendí la perseverancia para resolver casos penales por difíciles que sean; Marcela Mora Córdoba quien me enseñó a generar Política Pública para víctimas del delito; Iliana Cuenca Romero sin quien el Derecho Penal Electoral no habría sido igual para una servidora; Alejandra Sánchez Castañeda que continúa con su gran labor en favor de las víctimas del delito como en su momento lo hiciera Valentina López Soto; y no menos importante a mi querida amiga Norma Mascott Pérez, con quien formamos un binomio de estrategia Penal que dota de algo difícil de alcanzar en estos tiempos: plenitud.
Sirva este texto de homenaje a todas las mujeres penalistas en México, para que continuemos con la defensa de la aplicación de la ley penal; evidentemente desvirtuado que fue el “MMC”, las mujeres hoy tenemos un papel destacado en la última ratio del Estado.
Giovanna Umelia Garrido Márquez.
Abogada Penalista por la UNAM; 12 años de experiencia en la Administración Pública, actualmente litigante en Derecho Penal y Amparo. Estudiante de la Especialidad en Derecho Penal Fiscal.