Por: Arturo Ángel
Brooklyn, NY.- El juicio en contra de Genaro García Luna entra en su fase definitiva. Este lunes los fiscales de Estados Unidos llamarán a su último testigo del caso: Jesús “El Rey” Zambada, hermano de “El Mayo” Zambada, quien hasta antes de su detención en 2008 era uno de los máximos líderes del Cártel de Sinaloa, a cargo del flujo de drogas a través del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
La decisión de los fiscales de citar a “El Rey” Zambada – además la información que pueda tener – resulta simbólica. Fue este narcotraficante quien, en 2018, declaró por primera vez ante un jurado que García Luna recibía presuntos sobornos del Cártel. Lo hizo el 20 de noviembre durante su cuarto día de declaraciones en la Corte de Brooklyn.
En aquella ocasión, “El Rey” aseguró que vio a García Luna en dos ocasiones en 2005 y 2006, y que en cada una de ellas le dio tres millones de dólares. Los encuentros para los supuestos pagos tuvieron lugar en un restaurante que no fue precisado, aunque en el actual juicio contra García Luna un agente de la DEA dijo que tenían conocimiento del pago de sobornos en el antiguo restaurante “Champs Elysees” en Paseo de la Reforma.
Se prevé que ahora los fiscales de los Estados Unidos profundicen en dicha versión y en los detalles en torno a esos supuestos pagos y, posiblemente, los sobornos o contactos con otros altos exfuncionarios.
La comparecencia de Zambada estaba programada, originalmente, para el miércoles de la semana pasada, sin embargo, por complicaciones “logísticas” relacionadas con su traslado tuvo que posponerse para este fin de semana.
La defensa del exsecretario de Seguridad Pública federal se quejó ayer en un oficio dirigido al juez Brian Cogan que les informaron muy tarde de la identidad de dicho testigo, sumado a que no les habrían aportado la información suficiente de las reuniones que sostuvieron para preparar su contrainterrogatorio.
En la moción firmada por el abogado Cesar de Castro se establece, por ejemplo, que Zambada García se habría reunido en por lo menos 18 ocasiones con los fiscales tan solo entre 2022 y 2023 y, sin embargo, solo recibieron de parte de los fiscales notas y registros de dos reuniones ocurridas en noviembre de 2022 y enero de este año. “Esto va en contra de las prácticas habituales de la fiscalía y del procedimiento que se ha seguido con otros testigos colaboradores en este juicio”, advirtió el litigante.
Hasta ahora son 25 los testigos que la fiscalía ha presentado ante el jurado para sustentar su caso, de los cuales justamente ocho son testigos colaboradores. Algunos de ellos siguen presos y otros ya se encuentran en libertad condicionada o supervisada, gracias a las colaboraciones que han prestado en otros casos.
De esos ocho solo dos, Sergio Villarreal alias “El Grande” y Oscar Nava Valencia “El Lobo” han referido que participaron en entregas directas de recursos del Cártel de Sinaloa García Luna a cambio de su colaboración y complicidad. Uno más, Israel Ávila, dijo que vio los pagos reflejados en libros de contabilidad.
Los fiscales esperan que el testimonio de Zambada sirva para cerrar la narrativa en torno a la participación de García Luna no solo como un oficial más que fue omiso en combatir al Cártel de Sinaloa, sino como un aliado estratégico que tomó acciones que les ayudaron a consolidar sus operaciones y expansión territorial en México.
El turno de García Luna
Una vez que la fiscalía concluya con la presentación de sus testimonios tocará el turno de la defensa de García Luna. En estricto sentido ellos no tienen la obligación de presentar mayores pruebas dado que la labor de convencer al jurado de que el exfuncionario mexicano cometió un delito “más allá de toda duda razonable” es de los fiscales del gobierno estadounidense.
No obstante, desde la semana pasada los abogados señalaron que estudian la posibilidad de que el exfuncionario mexicano tome el estrado para dar a conocer su versión de los hechos. El problema para García Luna es que eso abre la posibilidad también a que los fiscales lo interroguen frente al jurado.
En una misiva fechada el 9 de febrero los abogados intentaron convencer al juez Brian Cogan que bloquee algunos temas del eventual contrainterrogatorio de los fiscales, principalmente los relacionados con la riqueza del exfuncionario que ha sido una de las mayores preocupaciones de sus abogados.
Y es que, si bien también existen cuestionamientos y procesos civiles y penales en Estados Unidos y México respecto al posible lavado de dinero y enriquecimiento ilícito de García Luna derivado de hechos de corrupción, esos hechos no forman parte de las acusaciones por las cuales se le está enjuiciando actualmente.
Los abogados de García Luna argumentan que, si los fiscales no tienen evidencia de que esas propiedades o bienes fueron adquiridos como resultado de los supuestos sobornos del Cártel de Sinaloa, la presentación de esa información o los cuestionamientos a su representado sobre esto podrían confundir al jurado.
En respuesta el juez Cogan dijo estar de acuerdo en los argumentos centrales de la defensa, pero consideró excesivo bloquear de antemano temas del contrainterrogatorio, dado que los fiscales podrían tener otras razones válidas para cuestionar a García Luna sobre esto. Lo que propuso fue resolver en el momento si la pregunta es procedente o no.
En ese sentido es que los abogados y el propio García Luna siguen valorando la posibilidad de que declare o no. En otra moción enviada el fin de semana a la Corte sugirieron que se instruya al jurado para que, en caso de que el exfuncionario mexicano decida no comparecer, no se tome ello como una posible admisión de culpa.
Además, reiteraron la solicitud hecha al juez Cogan para que se prohíba la exhibición de al menos 24 de 27 evidencias gráficas relacionadas con bienes y propiedades del exfuncionario en México y en Florida.
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