*El estado de México es el foco rojo: sus cárceles tienen espacio para 14 mil internos pero, en realidad, hay más de 35 mil presos.
Por: Arturo Ángel
El encarcelamiento de personas en México sigue avanzando a un ritmo récord. En el primer cuatrimestre del año la población penitenciaria creció en casi 3 mil 500 personas más para llegar a cerca de 232 mil, la más alta en siete años. Como resultado hay 17 estados donde los reclusorios están sobrepasados.
La última actualización de las cifras oficiales del sistema penitenciario en México, dadas a conocer por el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS) confirma que en los primeros cuatro meses de este año hubo un crecimiento sostenido en el número de personas privadas de su libertad en el país. Lo anterior, luego de un ligero descenso que se habría registrado en diciembre pasado.
En números exactos, abril cerró con un registro de 231 mil 907 personas encarceladas, que si lo comparamos con las 228 mil 530 personas privadas de su libertad al cierre del año pasado, se trata de un repunte superior a las tres mil personas en reclusión.
El dato se vuelve significativo si se toma en cuenta que, mes tras mes, la población penitenciaria prácticamente no deja de crecer, aunque sea en márgenes pequeños. En abril del año pasado, por ejemplo, la cifra era de 226 mil personas encarceladas.
El total de personas encarceladas al cierre de abril es la más alto desde diciembre de 2015, es decir desde hace más de siete años, cuando se registraron 247 mil 488 personas presas en México.
Como ya se ha documentado en diversos reportajes e investigaciones académicas, la entrada en vigor del sistema penal acusatorio en 2016 que fortaleció principios como el de la presunción de inocencia y el debido proceso provocó un descenso en la población penitenciaria del país que se mantuvo constante hasta entrar el 2019.
Sin embargo, en el actual sexenio se impulsaron y aprobaron reformas para incrementar el número de delitos que ameritan la imposición de prisiones preventivas oficiosas (automáticas). Con ello se revirtió la tendencia a la baja en la población penitenciaria. Esto aun cuando el mismo gobierno ha buscado implementar algunos programas de preliberaciones anticipadas o amnistías.
Del total de personas encarceladas 93 mil 571 están justamente en prisión preventiva, que representan un 40.3 por ciento. En términos más simples: 4 de cada 10 personas que están en una cárcel en México, no han tenido aun un juicio en el que se pruebe realmente que cometieron un delito.
Cárceles a reventar
Conforme el número de personas encarceladas en el país crece se agrava el tema del hacinamiento en diversos penales. Esto ya que, de acuerdo con los datos oficiales, la infraestructura penitenciaria que hay en México es de 218 mil 266 espacios, 13 mil 600 menos en comparación con las personas que ya hay en reclusión.
En total, indica la estadística, hay 135 penales en el país que ya están en condiciones de sobrepoblación. La mayoría de ellos son cárceles estatales.
En cifras generales, son 17 los estados que presentan un número superior de reos de los que realmente deberían de albergar. La situación más crítica, y por mucho, es la del estado de México, donde al cierre de abril se reportaban 35 mil 256 personas encarceladas, que es un nivel de hacinamiento superior al 146 por ciento, dado que los espacios disponibles en sus cárceles son de solo 14 mil 327 internos.
Sonora es el segundo estado que registra, en números absolutos, la mayor cantidad de sobrepoblación con 2 mil 281 internos por encima de su capacidad instalada. Le siguen Morelos con 1 mil 793, Durango con 1 mil 643, Puebla con 1 mil 642, Coahuila con 1 mil 566, e Hidalgo con 1 mil 528.
Las otras entidades que también registran más internos en sus cárceles que lugares disponibles son Nuevo León, Chihuahua, Tabasco, Nayarit, Guanajuato, Quintana Roo, Chiapas, Veracruz, Aguascalientes, Guerrero y Tlaxcala.
La realidad es diametralmente opuesta en algunas entidades como Tamaulipas donde hay 6 mil 847 espacios disponibles, pero el número de reclusos es de 4 mil 103, que representa una ocupación del 60 por ciento. Un nivel muy similar al de Sinaloa donde los 4 mil 81 internos equivalen a 61 por ciento.
Un común denominador en dichas entidades es que se han implementado estrategias importantes de traslado de reos sobretodo de fuero federal hacia cárceles federales, debido al riesgo que representan por su conexión con grupos del crimen organizado. Un hecho que en el pasado ha ocasionado disturbios graves.
Cabe señalar que los datos muestran que ningún centro penitenciario federal registra problemas de hacinamiento. Por el contrario, hay CEFERESOS como el del Altiplano o el Nor-Noroeste que están ocupados apenas en un 30 por ciento de su capacidad. Aunque dichos centros albergan a las personas que se consideran de mayor peligrosidad.
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