Por Aarón Sánchez Castañeda
Por el bien de todos, primero los pobres. La frase significa, además de uno de los principios de un gobierno humanista como el establecido por el Presidente Andrés Manuel López Obrador la elaboración de una política económica que apuesta por una nueva y más justa redistribución del ingreso como estrategia para el desarrollo y la construcción de la paz. La iniciativa fue presentada recientemente en el seno del Consejo de Seguridad del Organismo de las Naciones Unidas. Para quienes pensaron que el combate a la pobreza y la desigualdad no representaba una estrategia de seguridad, habría que informarles que están equivocados.
Desde 1992, el 17 de octubre fue proclamado por las Naciones Unidas como el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza como parte de la campaña para generar estrategias que permitieran enfrentarla en diferentes regiones del mundo. Y con ello revertir las secuelas generadas de manera transversal por la violación de los Derechos Humanos provocados por ésta. En el sistema penitenciario, al recorrer diferentes prisiones, se puede constatar prácticamente en todas las regiones de América Latina un constante menoscabo y violación de los derechos que garantizan condiciones de vida digna a las personas privadas de la libertad. El hacinamiento y la sobreocupación de espacios en los centros penitenciarios es consecuencia, entre otros factores, de un sistema de justicia que ha privilegiado durante décadas el uso de la pena privativa de la libertad sobre el resto de las alternativas existentes.
Para superar esta problemática, se ha debatido ampliamente sobre la función de las diferentes opciones de intervención de la justicia penal, existiendo un amplio número de temas relevantes para la disminución del uso de la prisión y evitar la reincidencia, como las medidas no privativas de libertad, las políticas de imposición de penas, el tratamiento de los delincuentes en las prisiones, la rehabilitación efectiva y los programas de reinserción social tanto en las prisiones como en la comunidad [1]. Sobre el uso de medidas no privativas de libertad para prevenir la reincidencia, destaca la eficacia de los programas de justicia restaurativa para reducir la reincidencia, tanto como medida de desviación como alternativa o complemento a las intervenciones de justicia penal existentes en todas las fases del proceso de justicia penal. [2]
La prisión, contrario a representar la excepción y último recurso, significó durante décadas el inflexible instrumento de castigo, sin considerar la complejidad de las causas generadoras de esta violencia, producto de años de exclusión social y económica. Por lo cual trabajar en la reconstrucción de los cimientos que permitan incrementar los índices de desarrollo humano debe ser parte fundamental de las estrategias de un modelo de seguridad y construcción de la paz.
En el año 2021 fui invitado por la Organización de las Naciones Unidas a formar parte del grupo convocado por la Oficina Contra la Droga y el Delito conocida por sus siglas en inglés como UNOCD para la elaboración del Informe publicado como Modelo de Reducción de la reincidencia mediante la rehabilitación y la reinserción [3], en el marco de la 31ª Sesión de la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal de la ONU. Ante todo, quiero expresar mi agradecimiento a la oficina de UNOCD por haberme brindado esta oportunidad de entre varios destacados colegas en México, operadores, académicos que trabajan en el sistema de justicia de manera directa y en la defensa de los derechos humanos de grupos de atención prioritaria y en particular de las personas privadas de su libertad.
Como integrante de este grupo, tuve la oportunidad de analizar los elementos clave a tener en cuenta a la hora de identificar medidas para reducir la reincidencia delictiva y fortalecer los sistemas de reinserción o lo que he dado en llamarle nuevos sistemas de justicia e inclusión social. Para la elaboración del informe compartimos las experiencias de los sistemas de justicia y de ejecución penal y prisiones en diferentes regiones del mundo, discutimos prácticas prometedoras que utilizan las reglas y normas de las Naciones Unidas en materia de prevención del delito y justicia penal con el objetivo de ayudar a los Estados en las diferentes regiones a desarrollar estrategias modelo. Los participantes coincidimos en que los esfuerzos para reducir la reincidencia requieren un enfoque global y multisectorial que incluya no sólo las medidas dentro del sistema de justicia penal, sino también las externas a él. [4]
Entre las propuestas presentadas para enfrentar la violencia y disminuir la reincidencia destaca el consenso sobre la irremplazable tarea de abordar las causas sociales fundamentales de la delincuencia como la pobreza, las desigualdades sociales y la discriminación, incluidas las relacionadas con el género [ ] la perspectiva de las víctimas y de la seguridad pública [5]. Lo anterior forma parte de la política de seguridad en México, basada esencialmente en la estrategia de atención a las causas de la violencia desde una perspectiva humanística, como se ha establecido, tanto en el gobierno Federal como en el de la Ciudad de México.
La frase Por el bien de todos, primero los pobres implica enfrentar la criminalidad a través de las causas que generan la violencia. Esto no solo es una propuesta humanística sino fundamentalmente una iniciativa política y económica que apuesta por una nueva y más justa redistribución del ingreso, combatir la pobreza, la inequidad social y la reducción de las brechas de desigualdad y exclusión social.
Por eso hoy, al hablar sobre la erradicación de la pobreza y justicia, pensemos también en el desarrollo de estrategias modelo para la reinserción y vayamos hacia un nuevo sistema de justicia e inclusión social.
Citas.
[1] Informe de la Reunión del Grupo de Expertos sobre la Reducción de la Reincidencia y la Reinserción, Observación General Número 5.
[2] Observación General Número 8, Ídem.
[3] Informe de la Reunión del Grupo de Expertos sobre la Reducción de la Reincidencia y la Reinserción, Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal de la ONU, Trigésimo primer periodo de sesiones Viena, 16-20 de mayo de 2022.
[4] Observación General Número 4, Ídem.
[5] Observación General Número 4, Ídem.
Mtro. Aarón Sánchez Castañeda
? Lic. en Administración Pública por la UNAM.
? Mtro. en Prevención del Delito y Sistemas Penitenciarios.
? Maestrante en Criminología.
? Con especialidad en Administración de Prisiones en el International Correccional Management Training Center.
? Integrante de la 5ta. Edición del Curso Internacional de Políticas Públicas en Derechos Humanos del IPPDH del MERCOSUR y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
? Primer Auditor Mexicano de la Asociación de Correccionales de América ACA.
? En 2022 formó parte del grupo de expertos de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito para la elaboración del Informe sobre las mejores prácticas para disminuir la reincidencia delictiva, publicado en la XXXI Sesión del Comisión de Prevención del Delito de las Naciones Unidas.
Twitter: @AaronSanchez_C