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LA VIOLENCIA DE GÉNERO, UNA DEUDA HISTÓRICA

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La violencia contra las mujeres es un
problema de gran magnitud y que tiene
implicaciones de largo alcance para la salud.
? Carissa F. Étienne
Directora de la OPS/OMS

Por Liliana Baltazar Samayoa

Hablar de la violencia contra la mujer es hablar de la historia de la civilización porque no existe dato alguno que nos muestre de un lugar y de una época en el que no haya existido. Recordemos el patriarcado como sistema y estructura de poder que se remonta a las primeras estructuras civil y de reparto sexual del trabajo íntimamente ligado al nacimiento de la propiedad y la familia. La violencia de género está estrechamente relacionada con el señorío del poder masculino en el que la mujer formaba parte de las propiedades del hombre en forma semejante a la del ganado. (1)

La violencia de género pone en evidencia la desigualdad que existe entre hombres y mujeres de todas las sociedades en el mundo, basada en diferencias sociales y culturales en función de su sexo. Es la violación al derecho a la integridad física y psíquica más grande en la naturaleza humana y es considerado como un grave problema de salud pública por la Organización Mundial de la Salud. La violencia de género más persistente es la doméstica en el espacio de parejas, entre cuatro paredes y oculta a los ojos de familiares, amigos y autoridades. Se manifiesta a través de la hostilidad y el maltrato, trasciende a los niños, entre hermanos y de los hijos hacía los padres. (2)

En las Américas, la violencia de género afecta a una de cada tres mujeres. Con consecuencia profundas y duraderas para la salud, como lo son las lesiones físicas, embarazo no deseado, aborto, infecciones por transmisión sexual ?VIH?. La estrategia de la Organización Mundial de la Salud es eliminar toda forma de violencia en contra de la mujer y las niñas como parte del objetivo de la igualdad de género, siendo indispensable el fortalecimiento del sistema de salud de los Estados miembros de la OPS (Organización Panamericana de la Salud)

La violencia de género tiene presencia no solo en países pobres sino también en los ricos y se presenta en todos los niveles socioeconómicos. No es un fenómeno propio de los países en desarrollo ni en retraso económico. Traspasa fronteras de la edad, capacidad económica, raza y religión. En casi todos los países existe falta de conocimiento estadístico y preciso de su dimensión. La violencia contra la mujer esta infradiagnosticada, infradeclarada e infradocumentada. La violencia de género permanece oculta y estigmatizada. (3)

La violencia histórica de las mujeres es el resultado de una visión parcializada de los hechos pretéritos que constituyen el patrimonio cultural de un pueblo, en el que se elude o minimiza la participación de la mujer. El hombre es el actor central de la historia. La violencia de género es pretérita porque se trata de acontecimientos que ocurrieron en el pasado; es trascendente porque aún y cuando se realizó en tiempos anteriores, impacta en las generaciones por venir. La marginación por el género femenino a lo largo de la historia en distintas civilizaciones y épocas esta siempre presente. En la antigua sociedad japonesa, la mujer estaba sujeta a tres obediencias: al padre, al esposo y al hijo mayor. El tiempo evidenció la existencia de múltiples prejuicios en torno a la mujer que constituyen violencia en contra de ella. En algunas sociedades, cuando la mujer se integraba a un nuevo hogar debía hacerlo con humildad. Que debe obedecer a la suegra; que hay que educar a la hija con mayor severidad que al hijo; que la esposa deberá amar a los suegros por encima que a sus propios padres; que debe venerar al marido; por naturaleza la mujer es estúpida y por ello existe el deber moral de ayudarla. (4)

Pensar que es el hombre el que ha escrito la historia es ignorar que Marie Curie recibió dos premios noveles en física y química, que fue la primera mujer en ocupar una cátedra en la Sorbona y que se negó a patentar sus descubrimientos. Desconocer que Simone de Beauvoir, en su tiempo, denunció que la educación patriarcal relegaba a la mujer al matrimonio y a las labores domésticas. Es olvidar que Rosa Parks es considerada una de las primeras mujeres que lucho contra el racismo al negarse a ceder el asiento en un autobús a un hombre blanco. Es olvidar que Benazir Bhuto fue la primera mujer elegida como primera ministra en un país musulmán al ganar las elecciones en 1988 y que fue brutalmente asesinada en los días previos a las elecciones de 2008 en Pakistán.

Es olvidar que el conocimiento y el éxito no responde a géneros. Es olvidar que tienen una madre que los parió con dolor y esperanza, que los crio con amor.


Liliana Baltazar Samayoa
Psicóloga y abogada

Citas.
(1) Gabriella Sousa Da Silva Barbosa. Una revisión histórica de las violencias contra las mujeres. Revista Direito e Praxis. Vol. 10 No. 1 Río de Janeiro, Brasil 2019.
(2) La Violencia de género en los jóvenes. Una visión general de la violencia de género aplicada a los jóvenes en España. Instituto Max Weber. INJUVE. 2019.
(3) Idem.
(4) Marco Antonio Pérez de los Reyes. La Violencia Histórica contra las mujeres, concepto, origen, consecuencias y medidas para su erradicación. Universidad la Salle. Revista Académica de la Facultad de Derecho. México. 2018.