Por Zulene Barrientos
Como ciencia el Derecho tiene sus límites y no lo puede todo, aceptar las restricciones de nuestra ciencia nos ayudará a comprender que es necesario apoyarnos y desarrollar otras ciencias que interactúen y auxilien a hacer eficiente el funcionamiento del Derecho en cualquier rama. En el caso del Derecho penal, esta tarea es aún más importante, pues el error judicial constituye una injusticia que puede destruir o frustrar vidas.
La importancia y más que eso la utilidad de las ciencias que auxilian al Derecho Penal para lograr su finalidad es merecedora de este pequeño análisis, por lo que partiré de recordar no solo la finalidad de este, sino también su objeto y misión, que como cualquier otra ciencia para poder ser estudiada se deben definir.
Entendiendo así que el objeto de estudio del derecho penal son la norma penal, el delito y la sanción penal, en cuando a la misión se refiere a las razones por las que se estudia el derecho penal que son justamente el identificar la estructura de la norma penal, el delito, la sanción penal y las figuras jurídicas ligadas a éstos y lograr inferir consecuencias lógicas de su vinculación y por último la finalidad que es explicar de forma coherente la estructura de la norma penal, el delito, la sanción penal y las figuras jurídicas que se relacionan.
Lo anterior a fin de aportar soluciones racionales y científicamente sustentadas con relación a la problemática delictiva que se presente, permitiendo así garantizar un orden social y una convivencia armónica de los seres humanos que integran una sociedad. Por otro lado, las ciencias penales tienen como finalidad la protección de la sociedad ante acciones y comportamientos que dañen a cualquier otro integrante de esta.
Ahora bien, porqué decimos que el derecho penal requiere de otras ciencias que lo ayuden o auxilien para lograr su finalidad, antes de dar respuesta a dicho cuestionamiento citaré de manera textual al autor Francisco Pavón Vasconcelos quien define a las ciencias penales como un conjunto de disciplinas científicas, de naturaleza filosófica, jurídica y causal explicativa, que tienen como objeto de estudio al delito, al delincuente y las penas y medidas de seguridad.
PORTE PETIT menciona que «Por ciencias penales debemos entender el conjunto de disciplinas que se refieren al delito, al delincuente, a las penas y medidas de seguridad, sea desde un plano filosófico, jurídico o causal explicativo.
Una vez entendido que son las ciencias penales y su objeto de estudio podemos dar respuesta al por qué el Derecho Penal, va a requerir el auxilio de otras ciencias para llegar a esa finalidad, que no solo es el aplicar una sanción o una pena, sino realmente solucionar el conflicto social que se presenta de una forma racional, pero sobre todo con una base científica que permita mantener el orden social permanente que se pretende, y es aquí justamente donde este requiere de otras ciencias, llamadas ciencias penales o ciencias auxiliares según diversos autores, ya que el derecho penal se limita únicamente a los delitos, penas y medidas de seguridad, es decir a la ley que para los penalistas es como nuestro principio rector.
Las ciencias penales no pretenden guiar la conducta humana, sino dilucidar, analizar esa conexión entre el delito y las causas que influyen en su realización. En cuanto a cuáles son estas disciplinas que integran las ciencias penales, es importante comentar que existen opiniones diversas respecto a las disciplinas que integran las mismas, ya que algunos autores refieren a la Criminología como el compendio de todas esas otras ciencias penales, ya que esta ve al delito como un efecto de factores biológicos y sociales.
La criminología representa entonces la síntesis de todas esas ciencias penales, entre las que destacan la antropología criminal, la psicología criminal, la endocrinología, sociología, victimología, psiquiatría penal, filosofía, política criminológica, medicina legal, penología, derecho penitenciario, medicina forense y criminalística, las cuales suelen dividirse según su objeto de estudio, que como se mencionó en párrafos anteriores pueden ser filosóficos, jurídicos o causal explicativo, como lo refiere Porte Petit.
Por lo que atendiendo justamente a esta falta de uniformidad en la clasificación de las ciencias penales, me permito únicamente hacer mención de la siguiente, que a mi parecer es práctica y clara para el estudio de las mismas, dividiéndolas en Ciencias Penales y Ciencias Auxiliares, en donde las primeras se consideran disciplinas explicativas de las causas, el nexo entre el delito y los factores que lo provocan; en cuanto a las ciencias auxiliares como su nombre lo indica auxilian al Derecho penal a lograr su objetivo, basándose en datos y evidencia.
En cuanto a la primer clasificación la integra, la antropología criminal, la cual estudia la conducta del delincuente en tres partes, los caracteres orgánicos, factores químicos humorales, los psíquicos, sumándose también la influencia externa; la psicología criminal, se encarga de estudiar la psique del hombre delincuente, determinando los desarrollos o procesos de índole psicológica verificados en su mente, lo cual nos ayuda en casos concretos a identificar ciertos rasgos los cuales llamamos perfiles psicológicos; la psicología judicial, estudia el modo de comportarse de las personas que intervienen en un proceso penal, como son los jueces, partes, testigos, etc.; y por último la penología esta va tener como objeto de estudio las penas, su finalidad y su ejecución.
Las ciencias auxiliares no derivadas del derecho, son la política criminal disciplina conforme a la cual el Estado debe realizar la prevención y la represión del delito; el propósito de esta es el aprovechamiento practico por parte del legislador, del conocimiento que se tiene de las ciencias penales para satisfacer los fines del ordenamiento jurídico; este conjunto de conocimientos sobre el crimen, el criminal y la criminalidad que esta ciencia proporciona, es de gran utilidad para el Estado, ya que su aplicación ayuda a prevenir conductas delictivas o bien en el último de los casos reprimirlos.
Por otro lado, la medicina legal especialidad de la medicina dedicada a auxiliar, desde el punto de vista médico, la labor pericial para la administración de justicia; engloba una serie de actividades médicas para el desahogo de pruebas relacionadas en algún proceso legal. Existe una gran cantidad de tipos penales en los que, para su investigación, en el tratamiento de las víctimas o delincuentes requerimos justamente de la intervención y auxilio de un médico forense al menos y hablando desde mi corta experiencia en los delitos de índole sexual es verdaramente imposible pensar en la investigación de estos sin la intervención de la medicina legal, ya que es esta la que nos proporciona muchos datos y evidencia sobre la comisión de estos ilícitos.
Criminalística: tiene por finalidad el descubrimiento del delito que se ha cometido y la prueba de cómo, dónde, cuándo y quién lo consumó, así como el móvil que impulsó al autor a realizarlo, a fin de imponer la sanción justa. Se vale de diversas ciencias como la medicina legal, química, física, balística, etcétera.
Cuello Calón refiere que la criminalística está constituida por un conjunto de conocimientos heterogéneos encaminados al hallazgo de los delincuentes, al conocimiento del modus operandi del delito y al descubrimiento de las pruebas y los procedimientos para utilizarlas.
Es la criminalística una de las disciplinas imprescindibles en el desarrollo de una investigación de carácter penal de la cual requerimos desde el primer momento que tenemos conocimiento de hechos probablemente delictuosos, por medio de esta podemos obtener datos como si efectivamente estamos frente a un delito, poder señalar y precisar la intervención de uno o varios sujetos en el mismo.
Si bien es cierto, todas estas ciencias y disciplinas analizadas a lo largo de tema, nos auxilian a través de expertos en cada una ellas, ya sea como abogados postulantes o desde la función pública en auxilio justamente de esos órganos impartidores de justicia por medio de sus direcciones de servicios periciales y forenses, creo que es sumamente necesario que desde la trinchera en la que nos encontremos ejerciendo el derecho penal, se tenga conocimiento de cada una de estas áreas de su función y objeto de estudio, para lograr una correcta aplicación en nuestros casos.
No debemos perder de vista que para lograr transmitir en un momento dado al juez o tribunal nuestras pretensiones lo debemos hacer desde el conocimiento y entendimiento de lo que estamos ahí afirmando o señalando.
Por lo que me permito hacer referencia a un caso de índole sexual cometido de forma serial del cual tuve conocimiento cercano de la investigación, en mi muy querida Cd. Juárez, en el que sin duda la intervención de expertos en cada una de estas áreas fueron la clave del éxito en dicha investigación, y en mi muy personal opinión un ejemplo claro y evidente del resultado de la profesionalización de la policía investigadora.
Por último, a manera de conclusión y desde el punto de vista de la academia, es importante la investigación, estudio y actualización de las diversas ciencias y disciplinas que apoyan no solamente a la investigación, sino a la prevención de los delitos, para que estos conocimientos se repliquen en las futuras generaciones de abogados.
Licenciatura en Derecho por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ)
Maestrante en Derecho Procesal Penal y Juicios orales
Catedrático de la Licenciatura en Derecho de la Universidad Tecmilenio campus La Torres, Monterrey, N.L.