Por Avryl Rodríguez Granados.
Existen situaciones de la vida, que se debe ser sabio para elegir uno u otro camino porque no es posible estar pendiente de ambos. No se puede chiflar y comer pinole al mismo tiempo, dirían. O se destina dinero para campañas ilícitas o se invierte dinero en el mantenimiento de la Ciudad de México, pareciera ser que la jefa de gobierno no escogió la respuesta correcta.
En el mes de diciembre del 2022, México se vio rodeado de espectaculares con el hashtag “#EsClaudia”, mismos que fueron financiados por diputados del partido Morena. Como sabemos, el INE y el TEPJF advirtieron la resolución de las quejas por promoción personalizada con fines electorales de una servidora pública, así como del uso de recursos públicos por funcionarios, ordenando a los mismos a deslindarse de estos espectaculares.
Este ilícito, fue uno de los más mediáticos electoralmente hablando, sin descartar la reforma político-electoral y las modificaciones a leyes secundarias, sin embargo, debemos coincidir como mexicanos, que no es el primer y único acto anticipado de campaña por parte de la jefa de gobierno. Hoy por hoy, la susodicha se encuentra de gira por el país promocionando su candidatura, hay bardas pintadas con su figura, hay folletos, juntas vecinales y grupos de internet que promocionan a la candidata y por si fuera poco, ella misma ha expresado verbalmente que aspira a la presidencia de la república.
En 2020, el choque de dos trenes en Tacubaya dejó un muerto, en 2021 el incendio en la Subestación Eléctrica dejó otro muerto, el desplome de la Línea 12, uno de los sucesos más trágicos de los últimos años en México dejó decenas de muertos y heridos, sin contar los varios incendios en los años de administración del gobierno vigente. Hoy, 7 de enero de 2023, se registra un choque de dos trenes en la línea 3 del metro, convirtiéndose en otro accidente que cobró vidas y ocasionó lesiones a más de 40 personas.
Este es el resultado de una eterna campaña ilícita que pretende ser más importante que la administración de la ciudad y sus servicios. Al mismo tiempo del lamentable accidente, la jefa de gobierno se encontraba en Morelia impartiendo una conferencia magistral titulada “Políticas exitosas del gobierno”.
De nuevo prefiriendo los aplausos y aprobación que las responsabilidades como funcionaria, usando el populismo para ganar la simpatía de la población y generando con sus acciones la inequidad de competencia en los demás candidatos al poder.
El mensaje es de preocuparse: si la iniciativa u obra no me brinda popularidad, no me sirve. Ya lo dijo el presidente, apoyar a los sectores más pobres es una “estrategia política”, no importan las personas, a menos que de ellas obtengan gratitud y votos.
Adjudicar tu imagen a un desastre que cuesta vidas debido a la negligencia e ineficacia de tu persona, debería terminar tu carrera como funcionario público. Subir una fotografía a redes sociales gubernamentales no es trabajar, así como vanagloriarse del sufrimiento ajeno es un nivel muy bajo de moral humana. No es accidente, es negligencia.
Viajar en metro se está convirtiendo en una actividad mortal para los mexicanos, transitar en calles (sin alumbrado público) también, recordando el accidente de la coladera destapada que ocasionó el fallecimiento de dos chicas hace unos meses. La Ciudad de México, y México como país, necesitan de autoridades que hagan su trabajo sin tener que pedirles que lo hagan, que no adjudiquen sus culpas a otros sujetos, que se hagan responsables de su desempeño bueno o malo y que respeten las leyes, reglamentos y principalmente a la Constitución.
Esta precampaña política ha costado millones de dinero, pero también las necesidades de los mexicanos han costado, pero vidas.
Avryl Rodríguez Granados.
Estudiante en Derecho UNAM. Feminista y activista social. Apasionada del Derecho Constitucional y Penal. Diploma en “VIII Congreso Internacional de Derecho Constitucional” por la SCJN.
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