Por: Redacción
En marzo de 2020 decenas de personas que habían acudido a recibir un tratamiento de hemodiálisis en un hospital de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Villahermosa Tabasco, comenzaron a enfermarse gravemente. Algunas apenas unas horas después de recibir el tratamiento y haber vuelto a sus casas.
Para mediados de ese mes 14 de esos pacientes ya habían perdido la vida, mientras que decenas más enfermaron gravemente y tardaron meses en recuperarse. Algunos no lo han hecho hasta la fecha.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo entonces, tras confirmarse las sospechas de que se había administrado un fármaco contaminado en el hospital de Pemex, denominado heparina sódica, que el caso no quedaría impune. Señaló que había una investigación abierta y se castigaría a los responsables. Que ya no estábamos en los tiempos del pasado donde estas cosas pasaban de largo.
Pero a tres años de los hechos nada de lo dicho por el presidente se ha concretado. No hay una sola persona detenida, procesada ni al menos sentenciada por las graves negligencias y posible corrupción detrás de la adquisición y suministro de dicho medicamento. Ni particulares ni servidores públicos.
En su momento, la Fiscalía General de la República (FGR) intentó imputar a un particular de nombre José “R” de haber vendido el lote de medicamentos contaminados. Pero los fiscales fallaron en obtener el auto de vinculación a proceso en contra del funcionario y un juez ordenó que dicha persona fuera liberada.
De acuerdo con un reportaje publicado por el diario El Universal el pasado 26 de marzo, la defensa de dicha persona señaló que no hay prueba alguna de que él haya vendido el lote contaminado de heparina sódica, e incluso de que este viniera contaminado previo a su manejo por los funcionarios y trabajadores de Pemex.
¿Y del lado de los servidores públicos que pudieran estar implicados? Tampoco ha habido ninguna sanción o castigo. NI la FGR ni la fiscalía de Tabasco han imputado – al menos que se sepa – algún delito a los servidores públicos. Pero incluso tampoco se han anunciado sanciones administrativas.
De acuerdo con El Universal el único movimiento fue el del director del hospital regional de Pemex en Tabasco, José Luis Oramas, quien fue cambiado del puesto, pero para ser ascendido. Ahora se desempeña como coordinador regional de hospitales de petróleos Mexicanos.
Daño permanente
En total fueron 135 los pacientes confirmados que recibieron el tratamiento de hemodiálisis con la heparina sódica contaminada por una bacteria. Todos ellos enfermaron y 14 perdieron la vida. Y aunque muchos sobrevivieron enfrentan secuelas graves e incluso permanentes e irreversibles.
El reportaje del referido diario firmado por Luma López presentó el caso de Rogelio Álvez Zurita, quien tras meses de convalecencia en internamiento consiguió sobrevivir, pero terminó perdiendo las piernas a causa de los estragos que su organismo padeció por el envenenamiento de su sangre.
“Yo solo le pido al presidente Andrés Manuel López obrador que por favor nos voltee a ver, que nos dé la cara, porque el señor Octavio Romero (director de Pemex) nada más se anda dando propaganda aquí en Villahermosa para aventarse de gobernador, pero nosotros estamos en el abandono”, dijo en entrevista con El Universal.
Las familias de las personas que perdieron la vida están a la espera de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva un recurso presentado sobre las posibles responsabilidades que tendrían los funcionarios del hospital y de Pemex en general por los hechos ocurridos en febrero y marzo de 2020.
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