Por Redacción
De acuerdo con el periódico El Universal, en la estrategia del gobierno federal para influir en la elección del estado de Nuevo León, además de lanzar amenazas contra el candidato del PRI, Adrián de la Garza, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene preparado un plan alternativo que implica apuntar hacia la cabeza de ese partido.
Según fuentes gubernamentales, el peso de la Fiscalía General de la República (FGR) va a caer ahora sobre el campechano Alejandro Moreno Cárdenas, a quien se le atribuyen varias operaciones inmobiliarias irregulares por las cuales está siendo investigado.
Las indagatorias sobre Moreno Cárdenas, conocido como Alito, se han ido nutriendo en los últimos dos años, hasta que finalmente se llegó a una ruta concreta que no sólo apunta a un posible enriquecimiento ilícito, sino a la presunción de que se cometieron delitos de defraudación fiscal y lavado de dinero, con prácticas recurrentes como la alteración del valor de las operaciones de compra y venta de los inmuebles.
De 2011 a 2015 se tiene documentado que el entonces diputado federal por Campeche adquirió 12 propiedades en su entidad natal con un costo de 6.9 millones de pesos; no obstante, según los avalúos que ha registrado la Fiscalía rebasan por mucho 100 millones de pesos en valor real, mismos que no alcanzan a cubrirse con sus ingresos como funcionario ni con su actividad empresarial, los cuales en sus mejores años los reportaba en un promedio de 5 millones de pesos anuales.
La lista es la siguiente: el 16 de noviembre de 2011 adquirió un inmueble del exdirector jurídico de la delegación de Profepa en Campeche, José Juan Lazo Reyes, a un precio de 450 mil pesos mediante el instrumento público 1492; el 20 de junio de 2014 compró por 677 mil pesos otra propiedad a la integrante del Tribunal Superior de Justicia local, Beatriz Gutiérrez Baqueiro, a través del instrumento público 720.
El 1 de septiembre de 2014 se hizo de otro bien perteneciente al abogado Jesús Antonio Aquino Rubio, por 487 mil pesos, por medio del instrumento 1033; el 20 de octubre de 2014 adquirió a la señora Rosa María Inda Ruezgas otro inmueble por 900 mil pesos, mediante el instrumento público 1297, lo cual sucedió justo antes de dejar su cargo en el Congreso de la Unión para ir a competir por la gubernatura de Campeche.
Ya iniciada la campaña electoral, el 5 de marzo de 2015 compró dos inmuebles más al exdiputado local por el PRI, Jorge Jesús Ortega Pérez, por los montos de 525 mil y 699 mil pesos, ambos con el instrumento público número 18 de este año; posteriormente, el 6 de mayo de 2015, adquirió al panista y expresidente de la AMDA Campeche, Alejandro Selem Bichara, el bien más caro que se registra en ese periodo, por un millón 952 mil pesos a través del instrumento 386.
Las más extrañas adquisiciones de Alejandro Moreno se registran a tan sólo 12 días de haber resultado vencedor en la elección para gobernador de Campeche, pues con el instrumento público 530 se hizo de tres edificios comerciales, uno por el increíble monto de 60 mil pesos y dos más, cada uno por la cantidad de 20 mil pesos, los cuales fueron enajenados por el militante del Partido del Trabajo, Leonel Patricio Cruz León, y por el señor Teodosio Miguel Domínguez Vargas.
Emblemáticamente, Alito coronó su muy extraña etapa inmobiliaria 12 días antes de asumir la gubernatura, el 4 de septiembre de 2015, cuando adquirió mediante el instrumento 714 otro inmueble por 750 mil pesos al empresario restaurantero Roberto G. Cantón, y otro más, por el instrumento 716, a su amigo y patrocinador de campaña Federico Echeverría Lanz, éste por 390 mil pesos.
Durante su periodo como gobernador, entre julio y diciembre de 2016, Moreno Cárdenas vendió cinco de sus propiedades, por las que obtuvo 11 millones de pesos. Tres de ellas las cedió a su hermano Emigdio Gabriel Moreno Cárdenas, y dos más a su colaborador en el gobierno de Campeche, Juan José Salazar Ferrer.
La FGR va con todo por los políticos que, pese a que en algún momento intentaron pactar una tregua con el gobierno de AMLO, hoy son carne de cañón de cara a las próximas elecciones.
