Por Cristian Rodríguez Jiménez
Twitter: @crodriguez1888
Ante la gran incertidumbre y caos que se está generando en el mundo por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, nos vemos devastados por la gran hostilidad de los ataques no solo en las infraestructuras críticas, como hospitales, centrales nucleares, colegios, etc. Sino también a los diferentes civiles inocentes de un conflicto bélico que no han decidido estar y que, por ende, lo están pagando con la vulneración de sus derechos fundamentales e incluso su vida.
Mientras escribo estas líneas sentado en mi butaca, no dejo de sentir angustia y rabia. Este sentimiento no se acerca ni a la ínfima parte de lo que están sintiendo los ciudadanos de Ucrania mientras los han convertido en víctimas de ataques con misiles y armamento largo. Sin olvidar las mujeres que están siendo violadas por los diferentes soldados rusos y los hombres ejecutados delante de sus familias. Por ello, hoy trataremos los crímenes de guerra que están presentes y que los autores de los mismos omiten.
¿Qué es un crimen de guerra? Es un acto de que se comete durante un conflicto armando y que viola las leyes humanitarias internacionales. Estas fijan que se puede hacer y que no se puede hacer durante este tipo de conflictos.
Según ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, se consideran crímenes de guerra el asesinato o malos tratos contra prisioneros de guerra, los trabajos forzados, el genocidio o la violación, entre otros muchos. Es decir, durante una guerra se pueden matar a combatientes, pero no se pueden matar a civiles. Por lo que este último, se estaría convirtiendo en un crimen de guerra.
Como ejemplos históricos dentro del contexto que hoy nos trae, podemos encontrar la guerra en Siria, Yemen e incluso la Segunda Guerra Mundial. Cabe destacar que las leyes humanitarias que regulan estos delitos están desarrolladas en diferentes tratados, como en la Convención de Ginebra (1949) y es la Corte Penal Internacional (CPI) la encargada de perseguir el incumplimiento de estas.
La Corte Penal Internacional investigará como en cualquier procedimiento judicial, las pruebas, testigos, análisis forenses, testimonios, etc. Los fiscales de la CPI tienen la obligación de probar con absoluta certeza la autoría de los hechos. Las investigaciones pueden tardar años, ya que los delitos son catalogados como muy graves. Por lo que necesitan probar con certeza la autoría de los hechos desde que concluyó el conflicto.
¿Existe una diferencia entre crimen de guerra y crimen de lesa humanidad? La primera característica que podemos encontrar, es que un crimen de lesa humanidad no debe cometerse necesariamente en un contexto de guerra o conflicto armado, aunque sea un ataque masivo o sistemático contra la población civil.
Otro de los elementos que diferencia este tipo de crimen, es que no va dirigido hacia un grupo étnico, religioso o racial en concreto. Además, no es necesario que se encuentre dentro del asalto militar como ha ocurrido con los ataques a Ucrania. Aunque tampoco se puede descartar este tipo de acciones, ya que se necesita una finalización del conflicto para que este sea evaluado por la CPI y aplicando el Estatuto de Roma.
Ante la gran cantidad de víctimas asesinadas ¿estaríamos hablando de genocidio? El genocidio se define en el derecho internacional como el asesinato deliberado de personas de un determinado grupo nacional, étnico, racial o religioso, con la intención de destruir al grupo, ya sea total o parcialmente.
Aplicando la ley y la CPI, se requiere de pruebas que evidencien la intencionalidad de destruir al grupo. En el caso de genocidio, nos encontramos como un crimen de guerra específico que es mayor que al asesinato ilegal de civiles. En este caso, este crimen es más difícil de demostrar ante un tribunal porque hay que lograr pruebas concretas sobre la intencionalidad de destruir a un grupo en concreto.
¿Existen pruebas de crímenes de guerra en Ucrania? La organización Human Rights Watch describe que se están cometiendo crímenes de guerra por parte de las fuerzas militares rusas hacia la población ucraniana. Es decir, asesinatos, violaciones, ejecuciones y saqueos de propiedades civiles. Además, de los bombardeos a hospitales y colegios en la ciudad de Bucha. Seamos honestos, atacar dos instituciones como tal, es saber que atacas a un objetivo vulnerable.
Sin embargo, hay una serie de acciones por parte del ejercito ucraniano que también pueden ser catalogados como crímenes de guerra. En este caso, también se ha visto diferentes soldados rusos que han sido ejecutados con las manos atadas en la espalda. Por lo que son actos que pueden ser tomados por CPI como objeto de una investigación en contra del ejercito ucraniano, o de algún dirigente del ejercito o gobierno.
Por otro lado, al finalizar la guerra ¿Los responsables de estos actos pagaran por sus crímenes? La CPI no presenta ningún tipo de fuerza armada o policial que detenga y entregue a los autores para que sea procesada posteriormente. Como se indicaba anteriormente, se necesita de investigaciones para demostrar la autoría de esos asesinatos o quien ordenó esos ataques. Por lo que se necesita evidencias para ir en contra de soldados, tenientes, capitanes o jefes de Estado.
Por lo que estamos seguros, es que, por ahora, solo podemos afirmar que Putin puede ser imputado por agresión, ya que ha ordenado intervenir militarmente a un país. Pero en este caso, se necesita una investigación, la cual, debe ser aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU mediante una resolución. Pero es algo que no pasará, ya que Rusia tiene el poder de veto conjuntamente a China, Francia, Estados Unidos y Reino Unido.
Estamos ante un paradigma que puede desencadenar en diferentes conclusiones, entre ellas la guerra nuclear. Pensábamos que este escenario, donde está involucrado indirectamente la Unión Europea, la OTAN y China, era una Crisis de los misiles 2.0 en un contexto post Guerra Fría. Pero que dentro de los diferentes escenarios que presentan los diferentes analistas de inteligencia, siempre estarán las diferentes victimas que no han decidido ser etiquetadas como tal.
Más bien, se les ha impuesto esa etiqueta de por vida y que tendrán un daño superior, que los daños físicos que pueden ocasionar cualquier arma de fuego o agresión física de cualquier soldado. Estamos ante el daño psicológico, el cual, no se puede cuantificar. Ya sea por agresión directa o indirecta. Es decir, un daño que puede ser ocasionado por la pérdida de un familiar y de las diferentes formas que pueden ser expresadas, como que te lo comunique el Estado o terceros, o que lo visualices en primera persona delante de tus ojos.
Por otro lado, las diferentes mujeres que han sido violadas por los diferentes soldados rusos y que han acabado con la vida de sus familiares delante de ellas ¿Quién reparará ese daño? ¿Quién les ofrecerá tratamiento a esas personas?
Desde la perspectiva victimológica, estamos ante un daño que necesitará ser reparado, ya que en algún momento este conflicto deberá concluir por las malas o por las peores. Y tras ello, una estela de dolor y sangre que tardará décadas en pasar.
Aunque estemos en una guerra que genera incertidumbre e inestabilidad en todo el mundo, sabemos quiénes son los autores de esta. Por un lado, los peces gordos oligarcas dentro de una democracia que enmascara un estado autoritario y, por otro lado, los estados liberales en la defensa de sus propios intereses económicos y de su seguridad nacional. En medio de esta batalla, siempre quedará la ciudadanía que les obligaron a convertirse en víctimas de guerra. Pero que tarde o temprano, decidirán en convertirse en supervivientes de esta batalla de intereses, siendo los verdaderos héroes dentro de esta guerra de perdedores.
Cristian Rodríguez Jiménez
Criminólogo. Detective Privado. Analista en terrorismo y conducta criminal.
Twitter: @crodriguez1888