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Niños sicarios

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El resultado de la llamada “Guerra contra el narcotráfico”, iniciada por el entonces Presidente de extracción Panista, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, dejó más inseguridad y violencia que la que “pretendía erradicar”: miles de vidas humanas se perdieron y fueron llamadas “daños colaterales”; como se sustituye una cosa por otra… masacres a diario y un exilio de familias enteras radicadas en provincia fueron desplazadas de manera forzada a Ciudad de México u otras entidades por motivos de esta fallida guerra que ha dejado un mar de violencia y que, después de casi tres sexenios, seguimos viviendo.

Dejó un Ejército Mexicano como la peor imagen de seguridad y cobijo que pudiéramos tener, esta Institución ya no representa una autoridad ni se le tiene el respeto de hace décadas, ahora sólo representa una Institución autoritaria como quedó manchada desde los años 60´s, la cual puede violar cualquier Derecho Humano y quedar únicamente en estadísticas o agregarse a la larga lista de atropellos de cualquier índole de los que México ha sido foco rojo; se estima que 45 mil elementos fueron sacados a las calles con el afán de “disminuir la delincuencia” y que sólo se obtuvo que se le tuviera relacionado con muertes, desapariciones, violaciones y detenciones arbitrarias.

Nuevamente aparece en conflicto con estudiantes cuando, al norte del país, dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey, en el Estado del mismo nombre, fueron asesinados a manos del Ejército. Julián Assange, periodista que como muchos otros han pagado un precio muy alto por mantenernos informados y creador de una organización editorial sin fines de lucro, financiada por donaciones, llamada “Wikileaks”, reveló que Estados Unidos entregó a México más de 2,000 armas en el sexenio de Felipe Calderón, mismas que han terminado en manos de niños y adolescentes que buscan una vida mejor a las carencias que padecen en comunidades marginadas y olvidadas donde gobierna el crimen organizado.

Partidos políticos van y vienen sin ninguna propuesta de política pública que promueva la prevención, erradicación o, al menos, disminución de la inseguridad en la que vivimos día a día los mexicanos. Así, uno de los problemas relevantes que padece el país y al cual no se le ha dado la atención suficiente, es a los llamados “niños sicarios”, que son víctimas de un Estado fallido, impunidad, indiferencia social y un núcleo familiar disfuncional que, como resultado del sexenio de “la guerra contra el narco”, dejó:

  • Datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU): más de 100,000 personas desaparecidas registradas oficialmente en México.
  • Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): 95,632, homicidios dolosos del año 2007-2011.
  • Datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM): 30 mil menores reclutados en los últimos 15 años para el tráfico de drogas, venta de piratería, extorsiones, redes de tráfico de personas, robo de autos y asesinatos; se estima que su promedio de vida es de diez años, muchos de ellos tienen tres salidas: terminar en Centros de Internamiento para Adolescentes, desaparecidos o muertos.
  • Datos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO): más de 5 mil pandillas y bandas de niños y jóvenes han sido contratados por grupos como los Zetas, La Familia Michoacana, el Cártel de Sinaloa, Juárez, Tijuana y lo que queda del grupo de los Beltrán Leyva, entre otros.
  • Datos de Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, (CONEVAL), señala que en México hay un 29.6% de la población de 15 años y más, con la educación básica incompleta, el 4.7% de la población de 15 años o más es analfabeta, y el 6.1% de la población de 6 a 14 años no asiste a la escuela.

Este último informe indica que, en promedio, 500 pandillas de jóvenes, de entre 14 y 25 años de edad, se han asociado con estos grupos delictivos. Los Estados de la República con más niños, niñas y adolescentes reclutados en Sicariato son: Guerrero, Zacatecas, Guanajuato, Sinaloa, Michoacán, Chiapas y Tamaulipas, mismos que ya son un foco rojo en cuanto a inseguridad y violencia por presencia del crimen organizado. México no cuenta con políticas públicas adecuadas para erradicar esta problemática, tampoco cuenta con algún programa de prevención en este y muchos temas relacionados con violencia e inseguridad que tienen a nuestro país en rezago cultural, económico y educativo.

Los fundamentos legales del Sistema de Justicia para Adolescentes, los encontramos en los artículos 37 y 40 de la “CONVENCIÓN SOBRE DERECHOS DEL NIÑO”; referente a otro Tratado Internacional, podemos mencionar “Las Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración de la justicia de menores”, del 29 de noviembre de 1985 (REGLAS DE BEIJING), en su resolución 40/33, misma que México ha firmado y ratificado, refiere que los Estados Miembros aplicarán las definiciones siguientes en forma compatible con sus respectivos sistemas y conceptos jurídicos:

a) Menor es todo niño o joven que, con arreglo al sistema jurídico respectivo, puede ser castigado por un delito en forma diferente a un adulto;
b) Delito es todo comportamiento (acción u omisión) penado por la ley con arreglo al sistema jurídico de que se trate; y,
c) Menor delincuente es todo niño o joven al que se ha imputado la comisión de un delito o se le ha considerado culpable de la comisión de un delito (Reglas de Beijing, s.f.).

A su vez, el “Artículo 1.- DE LA “LEY NACIONAL DEL SISTEMA INTEGRAL DE JUSTICIA PENAL PARA ADOLESCENTES”, refiere que se aplicará a quienes se atribuya la realización de una conducta tipificada como delito por las leyes penales y tengan entre doce años cumplidos y menos de dieciocho años de edad. (diputados.gob.mx, 2016).

Estos menores recluidos en Centro Especializado de Internamiento Preventivo para Adolescentes, cumpliendo la mayoría de edad serán puestos en libertad y volverán a delinquir sin oportunidad de ser reinsertados y readaptados en la sociedad, dado que han normalizado el contexto de violencia en el que han crecido, estadísticamente estos jóvenes sicarios ya forman parte de la delincuencia desde antes de cometer algún delito, porque crecen en círculo social que está coludido con el crimen organizado, sin tener muchas alternativas de poder salir de ese ambiente hostil.
En entrevista con ellos, arrojan datos donde nos encontramos que vienen de núcleos disfuncionales, madres solteras, violencia intrafamiliar y, al menos un 30% de ellos, refiere no conocer a su padre, lo cual nos permite tener una visión más amplia del por qué estos adolescentes terminan insertados en el crimen organizado. Historias como “mi padre se dedicaba a sembrar marihuana, mi familia siempre ha sembrado amapola, mi padre está en la cárcel”, son algunas razones por las que terminan involucrados en la delincuencia, por un sentido de pertenencia a este ambiente y que influye en su vida delictiva.

Los menores de edad son considerados inimputables, y serán sujetos a tratamiento psicológico o cualquier otro que sea requerido para su desarrollo personal y mejora hasta cumplir la mayoría de edad; de igual forma, sus datos serán siempre privados con el fin de resguardar su identidad y mantenerse en anonimato, esto con la finalidad de que no quede estigmatizado; implica que también sus audiencias serán privadas, es decir, que sólo las partes podrán asistir a ellas, a diferencia de audiencias en las que los imputados cuentan ya con la mayoría de edad. Para garantizar una adecuada defensa podrán ejercer como defensores quienes sean especializados en Justicia para Adolescentes; asimismo, estos menores nunca podrán estar recluidos más de cinco años, sin importar el delito por el que se encuentren privados de la libertad.

¿Hacia dónde va México y sus menores reclutados por el crimen organizado?, ¿existe algún programa de prevención por alguna institución, que se auxilie de la Criminología, para implementar un modelo específicamente diseñado para las necesidades de nuestro país, que tenga como finalidad evitar que nuestros menores caigan en el sicariato y otros delitos?, ¿le llevará décadas a México deshacerse del crimen organizado o este nos seguirá estigmatizando a los ojos de la comunidad internacional?

Aun cuando México ha ratificado Reglas de Beijing y otros Tratados Internacionales, no se ha evolucionado ni progresado en garantizar y hacer valer los derechos de nuestros menores para una mejor calidad de vida.

 

Lic. Yesenia Macias Herrera

Perito en criminalística.

Twitter: @criminalistayes

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