En una entrevista con “Le Monde”, el abogado Slim Ben Achour cree que los controles de identidad constituyen la “puerta de entrada” a la violencia policial. Si bien obtuvo varias decisiones sobre el tema, en particular ante el Tribunal de Casación, explica por qué el derecho, y en particular el procedimiento civil, es la clave del éxito.
Casi 14 millones de controles de identidad se llevan a cabo cada año, dijo la Asamblea Nacional, el 29 de junio de 2016, y un joven negro o árabe tiene veinte veces más probabilidades de ser controlado por la policía, según un estudio del Defensor de los Derechos de 2017. Los disturbios urbanos nacieron después de un control de identidad, y la ley deja una gran libertad a los policías. El abogado Slim Ben Achour ha hecho condenar al Estado en varias ocasiones por “culpa grave” y explica al Mundo cómo lucha contra estos “controles faciales”.
¿Cómo llegó a luchar contra los controles de identidad?
En 2005, cuando los niños se rebelaron tras la muerte de Zyed y Bouna, electrocutados mientras buscaban escapar de un control policial, pensé que iba a dedicar parte de mi tiempo a ello. Fue un poco un shock para mí, había estudiado en Estados Unidos y había tocado con el dedo la enorme debilidad de la comprensión de los textos de no discriminación en Francia.
Sin embargo, los protocolos utilizados en Estados Unidos contra la discriminación contra los afroamericanos fueron utilizados en París por el CNRS: dos sociólogos, buenos conocedores de la policía, Fabien Jobard y René Lévy, publicaron una investigación, en 2009, que incluyó a 37,833 personas. Y resultó que Gare du Nord, por ejemplo, los negros tienen 5,6 veces más probabilidades de ser controlados que los blancos; los magrebíes 5,5 veces. Por primera vez, el control de la facies estaba objetivado científicamente.
Franck Johannès – Le Monde
