Por: Arturo Ángel
En los primeros cuatro meses del 2023 un total de 12 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han perdido la vida en enfrentamientos o emboscadas de civiles armados. La cifra ya supera al total de militares que fueron asesinados en todo 2019, 2020 y 2022, y solo está un caso por debajo de lo registrado en 2021.
Los datos oficiales actualizados de la estadística de agresiones contra el personal militar arrojan que entre el 1 de enero y el 2 de mayo de este año los militares que participan en tareas de seguridad pública han sido blanco de 97 agresiones armadas. Se trata, en promedio, de seis ataques contra el Ejército cada semana.
El saldo de dichos ataques del lado del Ejército Mexicano ha sido de 12 militares que perdieron la vida, respecto a 24 que resultaron lesionados. Del lado de los civiles, el saldo es de 60 fallecidos, por apenas 10 que resultaron heridos y otros 45 detenidos.
Aunque la cifra de civiles caídos quintuplica a la de los militares, los datos muestran que el 2023 está resultando particularmente letal para la Sedena. Y es que, por ejemplo, en 2019 – primer año del actual sexenio – el saldo fue de 11 militares muertos, pero en todo ese año completo. En 2020 la cifra cayó a seis militares asesinados en todo el año, y en 2022 el saldo fue de 7.
Solo el 2021 registra una cifra de más militares asesinados con un total de 13, pero en todo el año completo. En 2023, en apenas cuatro meses, ya se alcanzaron 12 y de mantenerse dicha tendencia el año podría acabar con más de 35 militares asesinados como resultado de agresiones, enfrentamientos y emboscadas.
De confirmarse lo anterior habría que retroceder hasta el 2012, en el sexenio de Felipe Calderón, para encontrar una cifra anual más alta de militares fallecidos como resultado de los ataques.
En números globales, en lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la cifra total de elementos del Ejército asesinados asciende a 49, mientras que el total de militares heridos es de 293. Esto como resultado de 1 mil 95 agresiones de parte de presuntos criminales
¿Un país pacífico?
El viernes pasado la titular del Conahcyt, María Elena Álvarez-Buylla, defendió el hecho de que las fuerzas armadas participen en la junta de Gobierno de ese organismo abocado a la ciencia y la tecnología, al afirmar en su cuenta de Twitter que México es un “país pacífico”, donde el Ejército y la Marina se dedican de forma “preponderante” a otras funciones que no son las del combate.
No obstante, y como ya vimos, los datos muestran que el Ejército atraviesan uno de los años más complicados para sus elementos en cuanto a los ataques de los que son blanco. Esto en un contexto donde el actual gobierno ha incrementado paulatinamente la intervención de la Sedena en tareas de seguridad púbica.
Entre las agresiones de las que han sido blanco los militares solo en este año se encuentran, por ejemplo, la embocada que presuntos integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) le tendieron a un convoy del Ejército en la localidad de Barranca Seca en Michoacán el pasado 20 de enero. Tras el ataque y el posterior enfrentamiento el saldo fue de un coronel asesinado y varios elementos de tropa lesionados.
Otro caso fue el registrado el pasado 17 de marzo cuando otro convoy de militares que regresaba de una jornada médica en el poblado de El Pescado en el municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, fue emboscado por civiles armados. Como resultado del ataque un cabo y un soldado de la Defensa Nacional perdieron la vida, mientras que dos militares más resultaron lesionados.
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